Las patrullas comenzarán el 1 de julio en las centrales nucleares de Doel (noroeste) y Tihange (oeste), según un protocolo firmado este martes por los ministros de Interior, Bernard Quintin, y de Defensa, Theo Francken.
Se trata de instalaciones que actualmente vigila la policía federal belga, que adolece de falta de efectivos.
La vigilancia militar se ampliará el 1 de diciembre a otras instalaciones con tecnología atómica en Mol, Geel o Dessel (todas en el norte), y el 1 de abril de 2026 a Fleurus (sur).