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La mayor parte de los muertos se registraron en Cizre, el resto en Silopi, dos importantes centros urbanos kurdos en la provincia de Sirnak y que están bajo toque de queda desde hace tres días.
Según la prensa turca, el ejército turco ha lanzado un gran operativo en esa zona, con unos 10.000 efectivos. Tanto en Cizre como en Silopi tanques patrullan por las calles y tratan de destruir las barricadas montadas por los guerrilleros.
Mientras tanto, en Ankara se enfrentaron anoche cientos de manifestantes a la policía cuando un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Oriente Medio (METU) intentó llegar con una gran pancarta pro-kurda hasta el palacio presidencial.
Los agentes usaron gases lacrimógenos y cañones de agua a presión para dispersar la manifestación, informa hoy la prensa local.
El PKK, considerado por Turquía y la Unión Europea (UE) como terrorista, inició en 1984 su lucha armada a favor de más derechos de los kurdos en el país eurasiático.
Desde entonces han muerto más de 45.000 personas en una guerra no declarada, tanto en enfrentamientos, como en bombardeos y atentados.