Esta mañana habló en contacto con ABC Cardinal el exparlamentario colorado Bader Rachid sobre el escándalo que envuelve a sus correligionarios por el acta secreta firmada entre Brasil y Paraguay sobre la compra de potencia de Itaipú.
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Ante esta situación, tanto el presidente de la República, Mario Abdo, como el vicepresidente Hugo Velázquez estuvieron a punto de ser enjuiciados políticamente ayer, luego de que se descubriera la intromisión de José Rodríguez, un abogado que asegura haber trabajado para Velázquez.
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Al respecto, Rachid afirmó que Mario Abdo tiene la oportunidad de enmendar sus equivocaciones “Yo creo que aquí se cometieron errores, horrores, y eso a nadie escapa. Creo que hay que corregir esos errores, y creo que se le da la oportunidad a este mozo por quien tanto hemos trabajado, de corregir ese error. Esta es una cuestión nacional; se tiene que elegir a los mejores pensadores y conocedores del tema, sea del signo que sea, para colaborar con este tema de interés nacional”, enfatizó.
“Falta en este gobierno llamarles a los hombres sabios y pedirles consejos, cosa que no sucede. Mi generación está completamente apartada del gobierno. No se le ha consultado nada a nadie de mi generación. El partido no existe, y hay cosas que corregir”, apuntó.
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Al ser consultado si se consumó una traición a la patria, respondió: “Yo creo que sí (...) En este caso, fue consumado. Y decía mi amigo Luis María Argaña: ‘prendé la luz para que se escondan las ratas’, y se prendió la luz gracias al expresidente de la ANDE, Pedro Ferreira”, expresó.
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Además, hizo énfasis en que este caso no puede terminar aquí. “Tiene que continuar la investigación. No podemos admitir que se quede así como están las cosas”, añadió.
Rachid sostuvo que no importa que el culpable de este acto entreguista sea su correligionario. “No me interesa. Eso (ser colorado) no le da patente de impunidad. Por eso insisto en lo que decía Bernardino Caballero: ‘primero la patria, segundo la patria, y tercero la patria; y después las cuestiones personales’”, referenció.