Tras difundirse la información de que había llegado a Bolivia proveniente de California el Global SuperTanker 944, un Boeing 747 con capacidad de transportar unos 70.000 litros de agua a la vez, para liberarlos sobre incendios forestales de gran magnitud, el director de Gestión de Riesgos de la SEN fue consultado sobre la posibilidad de que Paraguay también acceda a un avión de estas dimensiones para combatir el incendio del Chaco, en lugar de atacar las llamas con aviones pequeños.
Aeronaves pequeñas serían mejores
Ante el cuestionamiento, Francisco Antonioli respondió a radio ABC Cardinal 730AM que no sería tan factible como parece, pues los incendios que tenemos en nuestro territorio son dispersos. Esto significa que hay varios focos pequeños en lugar de uno solo concentrado y el SuperTanker solo “complicaría su logística”.
El funcionario informó que están aguardando la llegada de dos aviones argentinos que se dirigirán a Bahía Negra para los trabajos de combate y que así tendríamos un total de seis aviones trabajando contra las llamas.
Antonioli insistió en que el incendio forestal “no está fuera de control” y lamentó que existan “muchas versiones en redes sociales que crean un ambiente de inseguridad”.
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Pide conciencia a la población
El funcionario pidió también no dejar de lado la realidad de las personas que queman pastizales, pues, dijo, esto existe y perjudica enormemente, ya que reaviva el fuego en lugares donde ya se habían apagado las llamas.
“Estamos apagando el fuego en un lugar y en tres días vuelve a aparecer”, lamentó el director de Gestión de Riesgos.
Ante la insistencia de más detalles sobre el SuperTanker y los motivos por los cuales no se toma la decisión de utilizarlo también en nuestro país, el funcionario respondió que, a su entender, el sistema operativo de ese SuperTanker “es muy complicado”. “Son aviones grandes. Es mucho más positivo el ataque con aviones pequeños que con ese avión grande. Tenemos muchísimos focos pequeños de incendio y la solución que estamos viendo es que con aviones de dimensión pequeña podés atacar varios puntos a la vez”, argumentó el directivo de la SEN.
Sequía: factor clave
Aseguró que el Estado está haciendo “hasta lo imposible para contener el incendio forestal”, pero recordó que la sequía es un factor clave a tener en cuenta, pues no está en nuestro control. “Hace cuatro o cinco meses que no llueve”, recordó Antonioli
Resaltó que un incendio forestal “no es igual a un incendio estructural de una casa. Esto es complicado porque el pasto es combustible, tiene que ver también el calor y el viento; todo eso es una mezcla compleja”, apuntó.
Si bien insistió en que “se está haciendo un trabajo correcto” en el Chaco y se sofocarán las llamas, no dejó de reconocer que este incendio tendrá consecuencias económicas, en la pérdida del ganado, y en la salud de las personas. “Hasta que no venga una buena lluvia que despeje todos estos humos en el ambiente, esto nos afectará”, remarcó el funcionario de la SEN.
Así también, pidió a los pobladores de la zona del Chaco que “no se les antoje quemar su basura ni acumular pastos con las máquinas para luego prenderles fuego. Con el viento norte de 70 kilómetros por hora no hay humano ni máquinas que aguanten y esas hojas prendidas inician un nuevo fuego”, detalló Antonioli.
Prevenir es vital
Añadió que el trabajo preventivo es muy importante ahora mismo y que para eso se necesita la contribución y conciencia de los pobladores.
Así también, los que habitan en la zona del Chaco “deben dejar de intentar hacer contrafuego”, recomendó el director de Gestión de Riesgos. “Hay mucha gente que no sabe hacerlo y ahí se complica”, alertó Francisco Antonioli.
Días duros por viento norte
Por otro lado, Egon Neufeld, productor de la zona de cerro Chovoreca, Chaco, relató a la 730AM que los últimos días fueron “muy duros e incontenibles”, debido al viento norte. A pesar de todo, rescató el hecho de “la gente está con fuerzas y ánimos”.
El productor precisó que en la zona, específicamente en territorio de la estancia Uruguay, ya fueron devoradas por el fuego unas 4.000 hectáreas.
En cuanto al SuperTanker, opinó que “a grandes problemas no siempre las grandes soluciones funcionan” y que este avión “podría mitigar las llamas pero no apagarlas”.
SuperTanker no tendría tanta flexibilidad
Detalló, según su experiencia, que un avión tan grande como el SuperTanker “no se puede mover con tanta flexibilidad como los que estamos usando” y, si bien reconoció que tiene cierta efectividad”, esta se da “bajo ciertas condiciones muy específicas”.
“Con aviones pequeños encima y un equipo terrestre abajo se puede hacer una estrategia combinada y ver qué fuego se apaga y cuál no”, resaltó Neufeld sobre los aviones que se están utilizando actualmente en el territorio.
El poblador admitió que “la situación se agravó debido a que el viento norte es incontrolable”.
Neulfed dijo que el problema real vendrá después de haber acabado con las llamas, pues se necesitará mucho dinero para recuperar las pérdidas materiales.
“Las circunstancias aquí cambian por horas. Luego de hacer patrulla toda la noche, de repente aparece un enorme fuego. Por un cambio de viento se prende todo el monte. El trabajo es permanente”, describió el productor.