La letra describe la pasión de los hinchas y recuerdan a los familiares ya fallecidos, a las familias enteras que se embarcaron en la aventura de llegar hasta la capital de Paraguay con la esperanza de alzar la Copa Sudamericana.
Desde el viernes se pudo observar que los santafesinos llegaron en avión, en barcazas, en balsas, a pie y en buses. Se menciona también especialmente al hincha que desde San Javier subió a su bicicleta y sin más equipaje que una bolsa atada se lanzó a pedalear 700 kilómetros, hecho que fue premiado por la propia organización del partido y hoy podría ver la final de su equipo contra el Independiente del Valle de Ecuador en la Nueva Olla Azulgrana.
La canción menciona igualmente al hincha que debía recibir un trasplante en la fecha y lo postergó por ver a su equipo en esta histórica final para el equipo argentino.
Finalmente menciona el récord que se rompería en Sudamérica en cantidad de hinchas viajando a otro país para una final. Hecho que podría ser muy superior a los 25.000 hinchas argentinos de Racing que viajaron a Montevideo para una final.
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