“Nos piden que nos quedemos en nuestras casas, con un temor o miedo de que el pico de la pandemia del COVID-19 está muy próximo; sin embargo, de manera descarada estamos presenciando el robo del dinero público”, sentenció el religioso.
Criticó el millonario endeudamiento realizado por el Estado para hacer frente al coronavirus; sin embargo, la mayoría del dinero sirvió solo para pago de sueldos y casi nada se realizó por fortalecer nuestro sistema sanitario.
“Nuestros hospitales siguen careciendo las necesidades de siempre, en tanto el personal de blanco debe costearse la compra de los productos de seguridad personal”, afirmó.
De manera repetitiva, el obispo pidió que paren los saqueos o robos, “y lo más lamentable es el hecho de que nadie de los que robaron o saquearon el dinero público haya recibido un castigo o condena de parte de la justicia”, lamentó.
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“No existe acción más deleznable que aprovecharse de las necesidades de los más débiles o necesitados de la sociedad, robando el dinero que debería servir para el desarrollo de los mismos”, expresó.
Valoró el accionar de la prensa, ya que gracias a las denuncias, pudieron descubrirse los robos que se cometen contra el pueblo y si no hubiese sido por estos trabajos de hacer conocer la verdad, desde hace tiempo el país ya hubiese sucumbido.
Finalizó su homilía pidiendo una vez más que acaben los saqueos contra el erario público en nuestro país.