Las sucursales afectadas son los de Salto del Guairá, Curuguaty, Corpus Christi y La Paloma, cuyas oficinas cerraron sus puertas al público desde ayer, quedando miles de usuarios sin poder realizar diversos trámites. Los más afectados son los que reciben en ventanillas beneficios estatales y personas que deben depositar o retirar prestaciones alimenticias, entre otras diligencias de origen judicial que únicamente se pude realizar en el banco estatal.
Además, cientos de personas que estaban tramitando préstamos de diversos tipos quedaron varados, entre ellos los que buscan acceder a los créditos del Fogapi por la emergencia sanitaria. “Ya era demorado cuando estaban trabajando y para completar ahora interrumpen sus labores sin previsión de retorno”, lamentó un asociado de los Mipymes que hace más de 15 días espera respuesta a un pedido de préstamo de emergencia.
El escueto comunicado del BNF señala que el cierre por aplicación del protocolo sanitario de prevención es a raíz de que los funcionarios de dichas sucursales tuvieron contacto directo con un funcionario de la casa matriz que dio positivo al coronavirus.
Agrega que se ha activado de inmediato el protocolo sanitario, con la drástica decisión del cierre por tiempo indeterminado, para proteger a los funcionarios y a la ciudadanía, procediendo al aislamiento de los colaboradores. Estos además fueron sometidos a la toma de muestras y puestos en cuarentena preventiva. También fueron desinfectados las distintas sucursales, según informaron.
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Por las redes sociales y los medios locales, los usuarios reclamaron que la medida es muy drástica y perjudicial, teniendo en cuenta que la banca estatal es de gran demanda en la región, y en especial en tiempos de pandemia. Requieren igualmente que el BNF dé a conocer una fecha de reapertura, a fin de que puedan reorganizar sus gestiones bancarias.
Los cajeros automáticos operan con normalidad.
