Al acuerdo se llegó tras casi dos horas de hechos de violencia entre agentes de la Policía y manifestantes que organizaron barricadas en varios puntos del microcentro de Asunción.
El principal grupo de personas encapuchadas, que realizaba actos vandálicos, estaba ubicado en las esquinas de las calles Palma y Chile. Los agentes antimotines no podían replegarlos e incluso se vieron avasallados y tuvieron que “rendirse” tras quedarse sin municiones y evitar así seguir siendo atacados con piedras.
Con la intervención del comisario Silvino Leguizamón, la Policía y los manifestantes acordaron una tregua para seguir con las protestas en las inmediaciones del Congreso, ya de forma pacífica, como había sido al inicio.
Con cánticos de “Sí se pudo”, los manifestantes llegaron nuevamente hasta la calle El Paraguayo Independiente para seguir en vigilia y exigir la renuncia del presidente Mario Abdo Benítez.
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En tanto, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, habló sobre los hechos de violencia y sostuvo que la Policía ahora busca apaciguar los ánimos, por lo que dejaron de realizar disparos con balines de goma y gases lacrimógenos.
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