Violencia política de género es una forma de violación de los DDHH, afirman

La aprobación de la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política contra las mujeres por razones de género supone un avance en cuanto a la violación de los derechos humanos. La iniciativa tuvo el apoyo técnico de la Comisión de Equidad y Género del Senado y el del Grupo Impulsor de Paridad Democrática. Carmen Echauri, socióloga y asesora de IDEA Internacional Paraguay en temas de género y democracia, analiza el tema.

Las mujeres reclamaron igualdad de oportunidades para acceder a cargos públicos y políticos en las diversas organizaciones.
La violencia política no es solo física, se da en diversos ámbitos de participación de la mujerMarta Escurra

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-¿En qué consiste la violencia política de género?

-La violencia política de género es una de las formas de violencia que afecta a las mujeres de manera específica en el ámbito de la política y en sus actuaciones en la vida pública, en general. Socaba el principio de igualdad que debe sustentar la participación política democrática y actúa como obstáculo para la competencia política y electoral igualitaria entre mujeres y hombres. La violencia hacia las mujeres en la política es una forma de violación de derechos humanos, puesto los derechos políticos son derechos humanos, y esta violencia es un factor de desigualdad y discriminación, que va en detrimento del ejercicio pleno de los derechos políticos y las libertades fundamentales de las mujeres.

-¿Qué define a la violencia política de género?

-Para que un hecho sea considerado específicamente como violencia política de género deben darse algunos elementos como: ocurrir en el ejercicio de los derechos político – electorales de la mujer; ser cometido por agentes del Estado, superiores jerárquicos, colegas, dirigentes partidarios, precandidatos, candidatos, medios de comunicación, por una persona o grupo de personas. La violencia puede ser verbal, física, psicológica, sexual, patrimonial, simbólica, telemática, entre otras; tiene por objetivo menoscabar o impedir el reconocimiento, y ejercicio de los derechos político electorales de las mujeres. Asimismo, deben darse elementos de género: estar dirigida a una mujer “por ser mujer” y afectar en forma diferenciada y desproporcionada a las mujeres. Cuando usamos la expresión por ser mujer, nos referimos a un marco de relaciones de poder asimétricas, desfavorables para las mujeres, basadas en estereotipos sobre el lugar y los roles sociales de hombres mujeres, a ese conjunto de creencias y comportamientos de la cultura machista, socialmente aceptada, que pone a las mujeres en desventaja, social, histórica, política, económica.

-¿Cómo se manifiesta la violencia política de género?

-De muy diversas maneras, puede darse en forma de acoso, de violencia física, sexual, psicológica, económica, mediática, telemática, simbólica, institucional. Pero la violencia de género no siempre es visible o debe ser necesariamente física, para ser considerada como tal y afectar a las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos. Hay una base simbólica, no visible, que se manifiesta en el lenguaje, en los estereotipos y creencias basados en contenidos de la cultura machista. Esta forma de violencia actúa como un dispositivo muy efectivo para disuadir la participación política de las mujeres, afectar sus oportunidades y sus carreras políticas o hacer que “abandonen la cancha.”

-¿A qué sectores afecta más fuertemente?

-A las mujeres que participan en el ámbito de la política y de la vida pública en general, en tiempos electorales y no electorales; no solo a quienes compiten electoralmente y ocupan un puesto de elección popular, también puede afectar a mujeres que ocupan cargos decisión política en los partidos políticos, en cargos de designación en el ámbito Estado y en organizaciones de la sociedad civil, como sindicatos, gremios, entre otros.

Debate en el proceso electoral

-En estos días el problema de la violencia política de género se puso en el debate público ¿A qué se debe?

-Estamos en medio de un proceso electoral y en este contexto se han estado visibilizando numerosos casos de violencia hacia precandidatas, candidatas, como también hacia mujeres en ejercicio de cargos electivos, a través de propagandas electorales de contenido degradante hacia las mujeres, deslegitimando su estatus de ciudadanas con imágenes de contenido sexual, cosificante o descalificando la voz política de mujeres con agresiones desde la moral sexual. En este contexto es que se abre el debate sobre la violencia política de género y se presentó en la Cámara de Senadores un proyecto de Ley sobre esta problemática.

-¿Cuál es el contenido de esta propuesta legislativa?

-El proyecto de ley “Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Política contras las Mujeres por Razones de Género”, elaborado por Comisión de Equidad y Género del Senado, busca responder a esta problemática que ha cobrado mayor visibilidad en este proceso electoral. Las respuestas legales como una vía para garantizar el ejercicio pleno de derechos políticos de las mujeres, es una de las estrategias que se ha venido desarrollando en América Latina, donde actualmente ya son siete los países que adoptaron alguna norma para regular la incidencia de la violencia política hacia las mujeres, partiendo de la pionera ley boliviana adoptada en 2012, hasta la más reciente ley peruana promulgada en abril de 2021.

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