Titular de Essap garantiza provisión de agua, pero pide a la ciudadanía racionar su uso

El rápido descenso del nivel del río Paraguay podría generar algunos problemas en el suministro de agua potable, reconoció el titular de la Essap, Natalicio Chase, en conversación hoy con ABC. Sin embargo, aseguró también que la distribución está garantizada porque desde la institución se hicieron trabajos de instalación de bombas para captar el agua del río cuando esté en un nivel bajo.

“Las medidas especiales que tomamos el año pasado las reforzamos este año, de forma a poder garantizar el suministro de agua, sin importar la condición de los cauces. Hace 30 días culminaron los trabajos”, sostuvo Chase, quien explicó que donde podría haber problemas es en el funcionamiento de las máquinas, que trabajarán “doble” por la sequía que se avecina. “Tenemos pronósticos que vamos a ir a 20 ó 30 centímetros más bajo que el año pasado”, adelantó.

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En ese contexto, dijo que varias ciudades “pedirán auxilio” al mismo tiempo cuando el nivel del río sea bajo. “Todas las ciudades van a pedir auxilio al mismo ritmo porque dependen del río Paraguay. Solo Villarrica y Coronel Oviedo dependen del Tebicuarymí. Podemos garantizar, pero los equipos trabajan el doble, eso hace que tengamos una doble lucha”, expresó Chase, quien también habló de la cantidad de basura que llega al río y que puede entorpecer la efectividad de las bombas.

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“Tenemos la forma de captación de agua. Vamos a tener un servicio sostenido en esta etapa crítica (...) Tenemos la forma de captación de agua. Vamos a tener un servicio sostenido en esta etapa crítica”, prometió.

Esta situación de inconvenientes en la provisión ya se ve reflejada en el Chaco. “La zona del Chaco está en situación crítica. Entre 400 y 700 camiones cisterna por día están retirando agua en las tres ciudades de Loma Plata, Neuland y Filadelfia para llenar los aljibes de consumo de las casas”, describió.

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Finalmente, Chase pidió a la ciudadanía racionar el uso de agua potable en el sentido de evitar limpiar las veredas con el líquido o no lavar los vehículos o regar las plantas con frecuencia. De esta forma, el líquido que se ahorre servirá para distribuir a los sitios que podrían sufrir la falta de provisión, concluyó.