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En aquella ocasión, la camioneta conducida por su padre, William Giménez (allegado al narco Jarvis Chimenes Pavão), una Toyota Fortuner gris, recibió 21 impactos de fusiles en plena vía pública. Al ver a su hijo muerto, Giménez se suicidó.
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Están acusados los paraguayos Rony Román Ramírez, Anderson Román Valdez, Diego Niz Pérez y el brasileño Bruno Henrique dos Reis de Oliveira.
Informes sobre la pericia balísitca, extracción de datos de los celulares, cruce de llamadas, análisis de imágenes audivisuales conforman el cúmulo de evidencias que se terminaron de producir esta tarde.
En una primera etapa, las defensas plantearon una veintena de incidentes, entre ellos de nulidad de la acusación y del auto de elevación a juicio. Los defensores también pidieron la exclusión de las seis pericias ofrecidas por la Fiscalía, cuya resolución el colegiado difirió para el final del juicio, que continúa el martes 5.
La abogada Noelia Núñez, defensora del acusado Diego Niz Pérez, explicó que cuestionó las pericias porque no se han respetado las reglas que rigen dicha diligencia. Asimismo, sostuvo que la acusación no contiene una descripción de la conducta atribuida a los acusados, pues se limita a acusar a todos por homicidio doloso y homicidio doloso en grado de tentativa, motivo por el cual planteó la nulidad.
Núñez afirmó que el informe de una telefónica determina que a las 12:00 del día del crimen su cliente estaba en Ciudad del Este, por lo que es imposible que a las 14:00 del mismo día haya estado en Asunción.
Asimismo, afirmó que Niz fue detenido únicamente por encontrarse en la casa del barrio Santa María donde los investigadores detuvieron a los demás acusados, de los cuales son sus conocidos (los primos Rony y Anderson), debido a que todos son oriundos de Pedro Juan Caballero.
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Estas personas tienen una condena anterior, por violación a la ley de armas, precisamente a raíz del arsenal hallado durante el cateo a la residencia del barrio Santa María, donde fueron aprehendidos el 28 de octubre del 2017.