“La ciudadanía ya no confía en los políticos”, dice Villagra

¿Por qué algunas ciudades son más adelantadas como Encarnación y otras tan atrasadas? se pregunta el candidato a intendente de Ypacaraí, Miguel Ángel Villagra, del Partido Patria Querida (Lista 8). Es por la corrupción imperante, contestó. En esta entrevista, explica su osadía para enfrentar en las municipales a rivales de los dos partidos tradicionales.

Miguel Villagra, candidato de Patria Querida a intendente de Ypacaraí.
Miguel Villagra, candidato de Patria Querida a intendente de Ypacaraí.Archivo, ABC Color

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–¿Quién es Miguel Villagra, que se anima a enfrentar a los candidatos de los dos partidos más importantes en Ypacaraí?

–Soy Miguel Ángel Villagra Almada, nacido y malcriado en Ypacaraí. Soy contador público de profesión, especialista en el área tributaria, dos hijas, una sicóloga y una química industrial. Fui también cooperativista más de 25 años. Tuve la oportunidad de capacitarme en Argentina, Brasil, en Alemania.

–¿Cuándo empezó a activar en política?

–Oficialmente en 2010 pero siempre fui un activista social trabajando en la Iglesia, en comisiones vecinales, deportivas y también en el sector cooperativo que me gusta mucho. Decidí involucrarme en política porque me convencieron que era la única forma de contribuir en forma más efectiva. Así ya fui concejal del 2010 al 2015 y luego desde 2015 a 2018. Actualmente soy concejal departamental de Central. Tenemos un equipo formidable de gente joven, profesionales, bomberos, trabajadores sociales muy activos y exitosos en sus emprendimientos, ninguno involucrado en la política tradicional.

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–¿El candidato a ganar es el colorado o el liberal?

–El candidato del Partido Liberal (Raúl Negrete) está ya desde hace tres períodos (al frente de la Municipalidad). Está bastante desgastado. La gente quiere cambio y no ve en el liberal y tampoco en el candidato colorado una opción. Por eso nos han potenciado a los de la Lista 8 en Ypacaraí. No hemos visto grandes progresos, grandes mejoras que valgan la pena, ni una fábrica por lo menos que se haya instalado para emplear a nuestros vecinos más jóvenes.

–¿El candidato colorado no es un Galaverna?

–No. Es el exfutbolista Alejandro Cano, quien fue presentado en la interna de la mano del hijo diputado de Galaverna (Nano).

–¿No le preocupa que políticos inescrupulosos que son expertos hasta en cambios de resultados y violación de la Constitución estén detrás?

–Si ellos no están en el gobierno municipal es justamente por el hartazgo de la ciudadanía hacia sus procedimientos. Pero el hartazgo no es solo hacia una familia o un grupo político. El hartazgo es general en nuestro país hacia los políticos. Ellos se encargaron de hacerse mala fama con la corrupción que salpica a muchos de ellos. Eso sucede también porque el sistema que tenemos es arcaico. Todos esperamos que todo cambie desde este 10 de octubre. La juventud puede tener más oportunidad con la cantidad de opciones que hay para elegir. En Ypacaraí, Patria Querida presenta una variante completamente opuesta a aquellos que proclaman “vote al partido” sin mirar el candidato. Ofrecemos una propuesta de trabajo práctica, con gente nueva, con profesionales exitosos.

–En Capiatá, la candidata (Sandra Denis, de la Alianza Ciudadana Capiateña) decía la semana pasada que su misión era derrotar un clan de políticos bastante poderosos y con bastante fortuna. ¿En Ypacaraí pasa algo parecido?

–Claro que sí. De ahí su interés por copar los principales cargos. Eso vemos que ocurre a nivel nacional, políticos que se vuelven millonarios. Aquí creo que nosotros tenemos ventaja. La ciudadanía es consciente que se engaña cuando vota por ellos. Por lo menos en Ypacaraí hay una sensación de que se va a votar en contra de los dos partidos tradicionales porque no han llenado las expectativas.

–¿Qué plantea para que confíen y le voten?

–Queremos emprender un plan de reactivación económica. Tenemos un proyecto para crear una zona industrial, poner en condiciones un lugar que convenza a inversionistas. Ypacaraí es un lugar bajo. Hoy vivimos en un ambiente insalubre. Cada calle prácticamente termina en agua servida, de desagüe. Es un problema tan básico de tantos problemas que debe resolver el municipio.

–¿No cree que el voto cautivo de colorados y liberales les va a repercutir en contra?

–En Ypacaraí no, porque es la misma gente la que está al frente desde hace más de una década. Ambos partidos tradicionales tienen ciertamente una importante cantidad de funcionarios públicos que están condicionados. Somos conscientes de eso. Pero inclusive muchos de ellos están cansados de sus promesas. Saben que finalmente sacan provecho los mismos de siempre. Lo positivo de esta elección que tenemos en puerta es que hay muchos jóvenes inscriptos y por primera vez no se va a votar lista sábana. En Ypacaraí los dos partidos tradicionales representan la misma cosa con denuncias de corrupción y padrinazgos de conveniencia. Con ese sistema jamás vamos a progresar. Tenemos que instalar la transparencia para que la gente confíe en las instituciones, para que los capitalistas confíen para radicar sus inversiones. La confianza es fundamental para que broten las fuentes de trabajo. Nuestros jóvenes que están ahí sentados esperando una oportunidad nos van a agradecer. Todo pasa por la voluntad de las personas que administran.

En nuestro caso, somos de la misma escuela, el mismo colegio, de la formación política de Luis Yd (el intendente de Encarnación). Hoy Encarnación es admirada por todos, una de las ciudades más hermosas. Eso es producto del empeño, el trabajo, la honestidad y sobre todo la confianza.

–¿Cuál es la diferencia que puede hacer por la ciudad?

–Yo me considero una persona con mucha capacidad de gestión ante las instituciones, ya sea ante el Ministerio de Salud, Obras Públicas. No quiero vender ilusiones. Sabemos de nuestras limitaciones. Todos necesitamos del gobierno central para que sea efectivo el mejoramiento de los servicios de salud, educación, caminos, obras públicas en general. A través del municipio solo, no dan los recursos para hacerlo. La diferencia está en la capacidad de gerenciar y gestionar. Eso requiere un trabajo de relacionamiento sin descanso con las autoridades del país. Yo quiero iniciar un proceso de cambio que se note, la revolución positiva para el desarrollo de la ciudad.

–Se habla mucho de despilfarro, de desvío en las municipalidades de los fondos de Fonacide y royalties de Itaipú.

–En mi administración, la administración de estos fondos serán publicados en la página web. Me gustaría que cada ciudadano sepa donde va invertido cada guaraní que recibe el municipio y dónde se usa, si se usa para bien o se usa para mal. Por eso vamos a instalarnos con un equipo económico de profesionales. La idea es hacer circular lo más pronto posible los recursos. Queremos hacer funcionar un mercado municipal.

–¿No tienen?

–No. Tenemos una zona rural y no tenemos un centro de ventas, un mercado municipal. Podemos convertir a Ypacaraí, por qué no, en una especie de Abasto Norte (de Limpio) donde se encuentren productores y consumidores, sin intermediarios, en un lugar donde haya estacionamiento amplio, higiene y comodidad. Nosotros vamos a plantear cuál sería el lugar más accesible y que una audiencia pública decida. El plan es generar oportunidades de trabajo. De inmediato queremos también reanudar las inversiones en obras. Hay que hacer frente a los estragos que causó la pandemia. La reactivación económica es urgente. En mi proyecto, Ypacaraí figura como un atractivo turístico para los de afuera. Tenemos todas las condiciones.

–Ypacaraí es un paso ineludible de la gente de Asunción y Central para viajar al interior y viceversa. ¿No hace falta ya un viaducto para agilizar el tránsito?

–Hay un proyecto de ampliación de la ruta 2 a cargo del MOPC. Hay un proyecto de circunvalación de la ciudad. Eso quedó en veremos por el momento. Hay vecinos que quieren, están los que no quieren.

–Y usted ¿cuál es su opinión?

–Ese sistema de aglomeración de gente y de vehículos existe y la ciudad necesita la circunvalación. Ese proyecto tenemos que desempolvar y hablar con el Ministerio. La circunvalación va a dar lugar a un nuevo polo de desarrollo fuera del microcentro. La circunvalación es algo normal en cualquier ciudad del mundo. Vemos en Argentina, Brasil. No causa ningún efecto negativo para el microcentro. Los que pasan de largo son los camioneros con sus mercaderías.

–Ypacaraí puede ser epicentro del ferrocarril también. El viejo plan del “tren de cercanías”. Tiene como tres décadas.

–Volvemos al tema de la desconfianza hacia los políticos. ¿Por qué no se ve el progreso? ¿Por qué algunas ciudades como Encarnación están tan adelantadas, otras tan atrasadas? Ypacaraí es una ciudad que nació alrededor de la vieja estación “Tacuaral”, en la mejor época del ferrocarril.

El sueño de todo ypacariense y de los alrededores es el “tren de cercanías”. Está aprobado, hay recursos y lo que le frena es la falta de voluntad política, la falta de gestión. Ese proyecto se impone. Va a salir bajo nuestro gobierno municipal. No puede ser que Ypacaraí-Asunción, 37 km se haga en 2 horas teniendo una vía de acceso directo al centro de la capital que no puede durar más de 40 minutos.

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