Los protagonistas de esta historia fueron el suboficial ayudante Andrés Miranda Aguilar (28), quien presta servicios en la Dirección de Policía de la Cordillera; su novia Yohana Mabel Ayala Alegre (23) y el suboficial inspector Carlos Alberto Brítez Vera (34), quien trabaja en la comisaría 1ª de Caacupé.
De acuerdo con los investigadores, el suboficial ayudante, quien estaba de guardia en su unidad, aparentemente fue alertado poco antes de la medianoche del jueves que su pareja sentimental fue vista en compañía del suboficial inspector Brítez, quien estaba de vacaciones.
El joven uniformado aparentemente cayó en un ataque de celos, se puso histérico, abandonó su guardia y se instaló en la vereda de la casa de su novia, en el barrio Itacurubí.
Poco después de las 01:00 de ayer, el suboficial ayudante, quien estaba agazapado en la penumbra frente mismo a la casa de su amada, de repente vio llegar al sitio un automóvil que estacionó a metros del portón.
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Segundos después se abrió la puerta del acompañante y efectivamente su novia bajó del vehículo que estaba al mando del suboficial Brítez.
Al contemplar la escena de la despedida de la pareja, Miranda desenfundó su pistola, una Glock 17 calibre 9mm., con un proyectil en la recámara y 16 en el cargador y tomó a la mujer de los brazos y la obligó a abordar nuevamente el vehículo y subió tras ella.
Golpeó a la mujer y encañonó a su camarada
Tras acomodarse en el asiento de atrás, el suboficial ayudante descargó su rabia con un par de golpes en la cara de la mujer y luego encañonó al chofer, a quien ordenó que se dirigiera hacia la excantera del barrio Kennedy, donde tenía planeado acribillar a ambos.
El chofer no opuso resistencia y tomó camino hacia la cantera abandonada, pero en una hábil maniobra el suboficial inspector logró agarrar el arma del Miranda y en el forcejeo se disparó un tiro que impactó en la puerta. Finalmente, el celoso suboficial ayudante fue desarmado y reducido, luego lo pusieron a cargo de los agentes de la comisaría jurisdiccional.
El caso fue comunicado a la fiscala Zulma Benítez, quien llamó a declarar a los protagonistas; los agentes se presentaron, sin embargo, la mujer no lo hizo y comunicó que no efectuará ninguna denuncia, pues no sabe quién de los dos la golpeó durante el forcejeo, señalaron fuentes del Ministerio Público.
