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Especialistas del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA emitieron un comunicado a través de las redes sociales en el que instan a la ciudadanía a evitar el uso irresponsable de bombas y pirotecnia en estas fiestas de fin de año. También hicieron un llamado a las autoridades encargadas de hacer respetar las leyes sobre la polución sonora, como la Ley N° 6.390/20 “Que regula la emisión de ruidos” (Artículos 8º y 9º); la Ley Nº 716, “Que sanciona delitos contra el medio ambiente”, Artículo 10º, “Que sanciona a quienes realicen ruidos, vibraciones u ondas expansivas que violen los límites establecidos en la reglamentación correspondiente” (Inc. A) y la Ordenanza Municipal Nº 183/04, “Que regula los ruidos molestos”.
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Lamentaron que estos productos sean manipulados sin ningún tipo de control, tanto por adultos como por niños, a pesar de los accidentes que ocurren todos los años en ese contexto.
Además de las quemaduras que lastimosamente se dan por el uso de estos elementos, los profesionales médicos hablaron también de los problemas auditivos que son atendidos en estos casos.
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“Cada vez más ruidosas”
El Prof. Dr. Ricardo Iramain, jefe de la Urgencia Pediátrica del Hospital de Clínicas de la FCMUNA, explicó al respecto: “Llegan las fiestas de fin de año y lo que estamos percibiendo últimamente es que los juegos pirotécnicos, las famosas bombas, están siendo cada vez más ruidosas (estridentes) y debemos tener en cuenta que hay un umbral de tolerancia de ruidos en nuestros respectivos oídos, y ni qué decir en el caso de los niños”, indicó.
Los sonidos fuertes y la audición
En lo que respecta a los problemas auditivos que acarrean los sonidos fuertes, el doctor Iramain dio detalles acerca de cómo afectan éstos al oído.
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“Hay un techo, un límite en el que los sonidos fuertes o ruidos pueden ocasionar daño en la membrana timpánica, por eso es lamentable que no se insista de parte de las autoridades correspondientes sobre este tema. Cuando un sonido es fuerte pervierte el límite normal que todos debemos percibir. Los niños tienen un umbral de tolerancia muy bajo, que no es tan alto como el caso de los adultos, pero incluso a nosotros mismos, cuando las bombas explotan cerca nuestro, por supuesto que nos ocasiona una molestia tremenda. Es un llamado muy importante a nuestras autoridades, ya que cada fin de año no vemos límites con este tema”.
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En el caso particular de los niños, los profesionales explicaron por qué los más pequeños son los principales afectados y advirtieron sobre las graves secuelas que podrían traer. “Estar expuestos a la explosión de pirotecnia, sobre todo los niños que son más sensibles, puede ocasionar la ruptura de la membrana timpánica y llevar a una situación muy difícil que se denomina hipoacusia, que se trata de una potencial disminución de la audición, y a veces esto puede llegar a ser irreversible si no se trata adecuadamente”, advirtieron.
Se pidió también tener especial cuidado con los niños con problemas neurológicos, por ejemplo niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista), quienes, según explicó el doctor Iramain, tienen una alta irritabilidad y sensibilidad ante los ruidos fuertes. “En los escenarios clínicos de pacientes neurológicos pediátricos, como los pacientes con TEA, esto es mucho más intolerante y complejo, para ellos con la polución sonora empeora todo”, afirmó.
Los doctores se adelantan e instan a la ciudadanía a evitar o utilizar responsablemente este tipo de artículos, que cada año ponen en apuros a la zona de emergencias de los hospitales y oscurecen las festividades de cientos de familias a causa de accidentes.