Navidad es presencia y cercanía de Dios hacia los más vulnerables, dice obispo

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El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Pedro Collar Noguera.
El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Pedro Collar Noguera.Rafael Marcial Montiel

El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Pedro Collar Noguera, dijo que la Navidad es presencia y cercanía de Dios a los enfermos, a las mujeres maltratadas, a niños y niñas, a quienes no se dejó nacer, a los que no tienen trabajo ni oportunidad de encontrarlo, a los que están atrapados por las drogas, privados de su libertad y de las victimas del secuestro e indígenas.

En una carta dirigida a los cristianos de Misiones y Ñeembucú, el obispo Collar Noguera señaló que “la Navidad es presencia de Dios que interpela y cuestiona en lo más profundo de la conciencia, pero también es una oportunidad de abandonar el egoísmo y tomar los valores de entrega y de servicio a los demás”.

Añadió que la Navidad es una oportunidad “para salir de nosotros mismos, abandonar la comodidad, y dejarnos sorprender por Dios y por su amor. Es oportunidad de superar las divisiones y las rencillas para salir al encuentro del otro con deseos de diálogo, unidad y de perdón”.

En su mensaje a los cristianos, el obispo dijo que la Navidad es “como una luz que aparece”.

“Es Dios que se hace cercano y amigo, que asume nuestra pobreza para enriquecernos con el tesoro de su amor, de su vida y su alegría. Es Dios que hoy busca una digna morada en el pesebre de nuestros corazones y quiere que caminemos cercano junto a El”, expresó.

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El obispo afirmó que la cultura materialista pretende ocultar “el sentido más profundo de esta vida cristiana”.

“Sin embargo la Navidad es algo diferente, es el momento propicio para reflexionar y darnos cuenta que los valores del Evangelio son muchos más importantes que los bienes materiales de consumo. Por eso el Niño Dios nos invita a ser justos, humildes y solidarios en la familia y en el vecindario”, manifestó.

Propuso tres interrogantes para ayudar a los feligreses a la meditación personal y grupal.

“Nos proponemos celebrar la nochebuena y la Navidad cristianamente con un corazón limpio y libre del consumismo?; Nos proponemos cultivar la cercanía con los miembros de nuestras familias, de nuestro barrio y con los más pobres y vulnerables?. Me propongo orar a Dios contemplando el misterio de su nacimiento en el pesebre de Belén?”, dijo.