Empleada “infiel” y su novio se llevaron hasta la alcancía de una casa

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Evidencias incautadas en poder del detenido.
Evidencias incautadas en poder del detenido.Gentileza

Una empleada infiel de solo 20 años y su novio, un hombre de 22 años, fueron apresados ayer, martes, en horas de la tarde luego de haberse detectado que planearon el hurto de una computadora portátil y hasta la alcancía de una casa en donde trabajaba la mujer hacía solo cinco días. Ambos detenidos dijeron que lo hicieron para poder pagar el tratamiento de su bebé que supuestamente tiene problemas de salud.

La mujer ahora detenida, identificada como Nidia Jackeline Trinidad Cabrera, de 20 años, le dijo a su patrona, Cinthia Carolina Maidana Recalde, de 43 años, que un hombre entró a la casa y la robó a punta de pistola. Del sitio, el supuesto ladrón se llevó una computadora portátil y dos alcancías. Esto ocurrió en una vivienda ubicada sobre las calles Guatambú esquina Mbya del barrio San Pablo, de Asunción, alrededor de las 17:00 del ayer martes.

Sin embargo, la dueña de casa verificó las cámaras de circuito cerrado de la vivienda y pilló que la empleada había dejado acceder a un hombre para que pueda perpetrar el robo.

A Trinidad Cabrera no le quedó opción que confesar que conoció a una persona con el apodo de “Sapo”, y que este le insistió para ingresar a la casa para llevarse objetos y, a cambio, le iba a dar la mitad del dinero de las ventas que podía hacer; según el parte de la comisaría 16ª Metropolitana.

“Sapo”, en realidad, es Juan de la Cruz Páez Arce, de 22 años, novio de la mujer; quien fue detenido posteriormente, alrededor de las 20:10 del mismo día, sobre la calle Ecuador y Tarumá, también en el barrio San Pablo de la capital.

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En poder de Páez Arce se encontró una mochila de color negro, una bolsa que contenía monedas por G. 28.000, un teléfono celular, y una billetera con G. 1.405.000, que sería producto de la venta de la computadora robada.

La mujer dijo posteriormente que ambos son pareja hace cuatro años y que tienen un hijo de un año que vive en la localidad de Maracaná, en Canindeyú, y que no tenían dinero para trasladarlo al Hospital Acosta Ñu para un tratamiento por una afección que tiene en el ombligo.

La empleada pidió perdón por este hecho a la dueña de la casa e indicó que tomaron la decisión de hacerlo por la desesperación en el caso con su hijo.

El hecho fue comunicado al fiscal Jorge Romero, quien dispuso que ambos queden presos en la sede de la comisaría y que comparezcan este miércoles por la mañana ante el Ministerio Público.