Caen dos supuestos extorsionadores: uno es reo de la cárcel de Encarnación

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Teléfono celular incautado en Cereso.
Teléfono celular incautado en Cereso.Gentileza

El Ministerio de Justicia informó este miércoles que se logró desarticular un esquema de extorsiones telefónicas que se hacían desde la Penitenciaría Regional de Encarnación – Centro de Rehabilitación Social (Cereso). Uno de los involucrados es interno del penal mientras que su cómplice fue detenido en Encarnación.

En la mañana de este miércoles, personal de la Penitenciaría Regional de Encarnación realizó una requisa en la celda de un recluso identificado como Juranir López, brasileño, condenado a 40 años, quien estaría involucrado en un esquema de extorsión.

Según el Ministerio de Justicia “agentes penitenciarios, juntamente con el director general de Establecimientos Penitenciarios Christian Ortiz, recibieron la información por parte del personal del Departamento Antisecuestros de Personas de la Policía Nacional, referente a una persona privada de libertad” que cooperaba en las extorsiones y por ello procedieron a revisar su celda.

Conforme informaron, el reo sería responsable de llamadas extorsivas hechas desde la penitenciaría. Durante la requisa, dispuesta por el director del penal Carlos Silva, se logró incautar un aparato celular, que fue entregado al personal antisecuestros de la Policía Nacional.

En prosecución de dicha investigación, agentes de la Policía detuvieron en Encarnación a Carlos Alberto Montenegro Amarilla, quien sería cómplice del interno que hacía las llamadas extorsivas.

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De acuerdo al parte policial sobre la detención, Montenegro sería quien retiró el dinero producto de la extorsión, girado por la víctima en un banco de la ciudad de Encarnación.

Carlos Alberto Montenegro Amarilla, detenido en Encarnación.
Carlos Alberto Montenegro Amarilla, detenido en Encarnación.

Los investigadores revelaron que los hombres operaban en complicidad y que la víctima fue contactada mediante perfil falso de Facebook e intercambiaron mensajes íntimos mediante WhatsApp, para luego ser exigido a enviar montos de dinero a cambio de no publicar sus fotografías en redes sociales. El monto a ser pagado era de US$ 12.000.