Calurosos días de verano: ¿cómo evitar la deshidratación en los niños?

Como cada verano y los primeros meses del año se registran días extremadamente calurosos en nuestro país, es muy frecuente que se presenten cuadros de deshidratación debido a que, ante las altas temperaturas, el organismo requiere una mayor cantidad de minerales y oxígeno para conservar la temperatura del cuerpo.

Según se detalla desde el Ministerio de Salud, los niños pequeños deben consumir 1,5 litros diarios de agua, equivalente a unos 5 ó 6 vasos, mientras que los adultos deben tomar un promedio superior a los 2 litros, es decir, entre 6 y 8 vasos de agua.

Asimismo, cada padre o adulto responsable de algún menor debe proveer y organizarse para tener siempre a disposición un termo o una botella para hidratar al niño y a sí mismo, creando así un hábito de beber constantemente agua.

Incluso es sumamente importante que se enseñe a los pequeños que no deben esperar a sentir sed para hidratarse, porque esta condición ya es un signo o indicador de un principio de deshidratación.

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¿Cómo podemos evitar la deshidratación en los niños?

A más de la ingesta constante de agua, también se deben consumir frutas como la pera, melón, sandía, uva, piña, así como verduras frescas, mientras que a la vez se desaconseja consumir alimentos muy azucarados y ultraprocesados.

Para evitar una deshidratación en los niños -y también adultos-, el Ministerio de Salud brinda las siguientes recomendaciones:

• Proveer a los niños de termitos o botellitas de agua, sobre todo si estarán expuestos a altas temperaturas
• Poner a la vista de todos un bebedero o una fuente de agua, sobre todo en lugares con mucha concurrencia de personas
• Una persona adulta debe beber en promedio 2 litros o más de agua y un niño 1,5 litros a lo largo de la jornada, como mínimo
• Es conveniente utilizar ropa ligera y holgada, preferentemente de color claro
• Ducharse para bajar la temperatura corporal
• Evitar exponerse al sol tanto como sea posible, principalmente desde las 10:00 hasta las 17:00
• Cuando el niño realiza actividad física debería aumentar el consumo de agua, antes, durante y después de realizarla
• Evitar el consumo excesivo de bebidas gaseosas o jugos artificiales.

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