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En conversación con ABC Color, el diputado Rubén Rubin, cuyo proyecto de ley de modificación de la legislación vigente contra el nepotismo será tratado hoy en la sesión de la Cámara Baja, dijo que la ciudadanía espera un mensaje “contundente” del Congreso ante los escándalos de supuesto nepotismo surgidos recientemente en el Poder Legislativo y dijo que no quiere aprobar una ley “de gua’u”.
La Cámara de Diputados, bajo la administración del colorado cartista Raúl Latorre (reelegido para el próximo periodo), fue epicentro del escándalo de casos de nepotismo que salpicó a legisladores de varios partidos y que hasta ahora continúan impunes.
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Mediante una moción de preferencia del diputado Rubin se acordó tratar hoy el proyecto “que modifica la Ley Nº 5.295/14, que prohíbe el nepotismo en la Función Pública”, incluido como cuarto del orden del día de la sesión ordinaria de la Cámara Baja.
El diputado Rubin afirmó que “estamos rozando la mayoría” para aprobar su proyecto y que “muchos colorados” le manifestaron que acompañarán su propuesta, aunque indicó que otros –a quienes no identificó- le pidieron postergar “sine die” el proyecto, lo que “en lenguaje paraguayo significa mandar al archivo”, algo que dijo considerar un “insulto a la ciudadanía”.
El legislador opositor señaló que su proyecto hace cambios importantes a la ley de nepotismo vigente, considerada letra muerta por las “lagunas”, como el hecho de que señala solo al ordenador de gastos como persona pasible de sanción.
La modificación planteada por el diputado amplía el alcance de la ley también a las personas capaces de ejercer influencia para lograr la contratación de sus familiares.
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Sobre la propuesta paralela de modificación de la ley de nepotismo que se presentó por medio de una iniciativa ciudadana, que además de modificaciones a la definición de nepotismo y su alcance propone penas de cárcel para los infractores, el diputado Rubin opinó que “mientras más contundente, mejor”.
La cuestión de fondo
Por otro lado, la diputada opositora Johanna Ortega (País Solidario) opinó que la intención de proyectos como el de la iniciativa ciudadano o el del diputado Rubin tienen buenas intenciones, pero no resolverán “la cuestión de fondo” si no hay un sistema de Justicia dispuesto a acompañar las denuncias e investigar los supuestos casos de nepotismo.
“La ley enunciativamente resuelve algunas cuestiones, pero va a ser difícil de aplicar”, argumentó y señaló el peligro de que las modificaciones también se conviertan en letra muerta.
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“Cuando no hay castigo (el nepotismo) se va repitiendo y es una cuestión cultural instalada en nuestras instituciones”, lamentó.
Argumentó que la ley de nepotismo debe estar acompañada y complementada por una ley de servicio civil que obligue a que las contrataciones sean realmente por mérito y que los cargos de confianza no puedan ser para familiares de los congresistas.