En Domingo de Ramos, se bendijo palmas y se instó a renunciar al dinero, poder y fama

El cardenal Adalberto Martínez, realizó la bendición de palmas en la Catedral Metropolitana.
El cardenal Adalberto Martínez, realizó la bendición de palmas en la Catedral Metropolitana. PEDRO GONZALEZ

El cardenal paraguayo Adalberto Martínez, presidió la Santa Misa del Domingo de Ramos en la Catedral Metropolitana de Asunción, donde bendijo las palmas que son símbolo de fe y devoción. En su homilía, lamentó la corrupción y los crímenes contra la humanidad e instó a renunciar al dinero, poder y fama.

El Domingo de Ramos conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén, que fue celebrado con palmas y marca el inicio de la Semana Santa. Con las tradicionales hojas de pindó en manos, esta mañana cientos de fieles llegaron a la Catedral Metropolitana de Asunción para celebrar la fecha y, escuchar la Santa Misa que fue presidida por el cardenal paraguayo Adalberto Martínez.

El cardenal realizó la bendición de las palmas, y en su homilía recordó que Jesús ama tanto a la humanidad que dio su propia vida por nosotros.

Los niños rodean al cardenal Adalberto Martínez, mientras este realiza la bendición de palmas.
Los niños rodean al cardenal Adalberto Martínez, mientras este realiza la bendición de palmas.

Martínez resaltó además, que pese a que muchas veces nos vemos acobardados por el dolor, la caída y dificultades de la vida, se debe recurrir a Dios “que nos deja solos”.

Domingo de Ramos: liberarse del amor al dinero, poder y corrupción

Durante la Santa Misa, el purpurado lamentó la violencia que azota al mundo y también a Paraguay. Mencionó que existen personas indignas que traen caos al mundo.

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“Cuántas heridas causa el mal a la humanidad, hay guerras, violencias, conflictos económicos (...) ambición de dinero; dinero que nadie puede llevarse consigo en el féretro. Despojan a los demás y se despojan así mismos de su dignidad. Sienten amor al dinero, al poder, a la corrupción, a los crímenes contra la vida humana y contra la creación”, sostuvo.

El Domingo de Ramos recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén.
El Domingo de Ramos recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén.

El cardenal resaltó que Jesús, con sus sacrificios, enseña sobre el amor humilde que salva y da vida. Pidió renunciar al egoísmo, la búsqueda de poder, de la fama.

En su homilía, Martínez también habló sobre el aborto, afirmando que “la vida es de Dios” y, que debemos velar por esa vida desde su concepción.