Con el pesebre paraguayo los connacionales en el exterior buscan recrear su paisaje, el significado de armarlo en familia, y de alguna manera, anular la distancia física a través del olfato, con frutas de estación como la sandía, el melón y la piña.
Pesebres en Italia
Marta Salcedo nació en la ciudad de la cerámica y la frutilla, la bella Areguá, pero vive en Roma desde hace 37 años.

“La primera cosa diferente de la Navidad y el Año Nuevo que encontré aquí fue la temperatura, festejarlas con el frío fue impactante”, comenta.
Señala que entre las tradiciones navideñas paraguayas que conserva están el clericó y la sopa paraguaya.
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Le consultamos qué es lo que más extraña en esta época y su respuesta fue: “El perfume inconfundible de la flor de coco en el pesebre”.
Paola Martínez comparte fotografías de su pesebre. Ella es oriunda de la ciudad de Capiatá, en el departamento Central.

Comenta que vive en Italia desde hace 15 años y tiene un hijo autista, al que transmite los valores y tradiciones de su querido Paraguay.
“Seguimos las tradiciones de Paraguay, pero también un poco de Italia. En Navidad comemos todo a base de pescado, mariscos, pero no pueden faltar la sopa, el chipa guasu y el tradicional el clericó”, señala.
Ella también extraña el calor de la familia, especialmente en estas fiestas y el olor a flor de coco, característico del pesebre paraguayo.
Desde Parma, la zona norte de Italia, Osmar Suárez Gamarra de Ybytymi junto a su esposa Diana Brítez Ayala, de San Lorenzo, y sus hijos, comentan que mantienen la tradición paraguaya de armar el pesebre.
“Estamos con mi familia desde hace más de 20 años en Italia y siempre hacemos el pesebre, clericó y sopa Paraguaya, con pavo al horno y el caldo de pasta de Parma”, comenta Osmar, quien trabaja en enfermería.
Agrega que la otra tradición de su familia es asistir a la misa a la medianoche del 24 de diciembre.
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Pesebres en España
En Valladolid, España, se encuentra Victoria Stella Benítez Samaniego, oriunda de Fuerte Olimpo, Alto Paraguay.
Comenta que extraña a su familia, el bullicio y la música paraguaya, especialmente en esta época del año, donde las celebraciones en Europa son muy diferentes a las de Paraguay.
“El pesebre lo armé yo, sin tantos lujos porque el Niño Jesús nació en un establo, sobre pajas”, comenta la connacional que lleva 15 años en la madre patria.
Fátima Báez Domínguez es de Luque, pero residen en Madrid-España y comenta que armar el pesebre es un legado de su abuela.
“Mi pesebre representa para mí la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús, desde mi niñez siempre armábamos con mi abuela el pesebre tradicional, con el pasto real, el ka’avove’i no podía faltar, ni las frutas y la flor de coco. Ese el legado que sigo todos los años y que más extraño de Paraguay en la Navidad”, señala.

Fatima Dominguez, compatriota residente en Valdemoro, situado al sur de la Comunidad de Madrid, a unos 27 kilómetros de la capital, considerada una de las ciudades más seguras de la región de Madrid, también comparte la tradición de armar el pesebre, como lo aprendió en su niñez en Paraguay.
La compatriota Rosalba Duarte vive un pueblo ubicado en la provincia de Ávila, en la comunidad autónoma de Castilla y León, donde emprendió en el sector hotelero del ámbito rural.
Cada año prepara su pesebre “al estilo Paraguay” y los huéspedes lo admiran, momento en que ella aprovecha para hablarles de su querida tierra guaraní.
Desde la madre patria, también comparten la foto de su pesebre la compatriota Lisi Jara Chamorro, oriunda de Yataity del Norte, quien cada año lo prepara con su esposo Walter Ayala, oriundo de Caazapá.
Comenta que primeramente residieron en Bilbao, pero desde el 2018 se encuentran en Barcelona, donde los compatriotas disfrutan de las comidas típicas paraguayas que ellos cocinan.
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Pesebres en Taiwán
Desde la lejana Taiwán, Monita Lei, una paraguaya que ama la cultura de su tierra y la inculca todos los días a sus hijas, comparte la foto de su pesebre.
“Mi Hija Mónica lo hizo de palitos chinos de madera y las imágenes son de barro que le trajo el Pa’i Carlos desde Paraguay”, relata .
Para esta Navidad vistió su mesa con un mantel rojo hecho en aopoí, con individuales que llevan los colores de la bandera y sirvió a su familia “una cena a lo Paraguay”, con empanadas caseras, sopa paraguaya y chipa guasú.
Otros dos pesebres paraguayos fueron armados en Taiwán, más específicamente en la ciudad de Nueva Taipéi.
Una se encuentra en la residencia del sacerdote paraguayo Carlos César López, oriundo de Ciudad del Este y la otra en la parroquia Inmaculado Corazón de María, donde es cura párroco.
El Padre López, quien pertenece a la congregación de los Misioneros del Verbo Divino, reside en la isla desde hace casi 20 años. En su comunidad, es conocido por oficiar misas bilingües, su gran labor social, especialmente, durante la pandemia y las celebraciones patrias, como las misas en honor a la Virgen de Caacupé.
Pesebres en Estados Unidos
La familia Blanco Cortti, armó el pesebre en su residencia, en Weston, Florida.

Anhelan volver a pasar una navidad en Paraguay, con la familia “y disfrutar de una verdadera sopa paraguaya con abundante queso Paraguay. Se extraña el olor a flor de coco y el canto de las cigarras”, comenta Tadeo Blanco.

La familia Bensien es una verdadera fusión de cultura, ya que está compuesta por una paraguaya y un ciudadano de Berlín, con hijos nacidos en Paraguay y hoy, residentes en Loxahatchee, Florida.
Comentan que al inicio les costó adaptarse a las tradiciones navideñas de Estados Unidos, y que, aunque todo parece de película, extrañan la Navidad de Paraguay, con olor a flor de coco, los abuelos, hermanos, primos y la gran familia.
También señalan que mantienen la tradición paraguaya de armar el pesebre, pero la fusionan con el armado del árbol de Navidad. “Lo que más nos gusta de la Navidad en Florida es estar en pijamas todo el día”.
Claudia Casasnovas y Enrique Giménez comparten, desde Royal Palm - Florida, la imagen de la Sagrada Familia que todos los años acompañan sus celebraciones navideñas y comentan que es parte de la historia de la familia, ya que la madre de Claudia lo envió desde Paraguay luego de ser bendecida.
Desde Houston, Texas, la familia Knaaps comparte su tradicional pesebre, colocado en un importante rincón del hogar.
