Caminos rurales de Ñeembucú, al borde del colapso tras las lluvias

Así  quedó inundado el centro de la comunidad de Laguna Itá del distrito de San Juan de Ñeembucú, luego de la intensa lluvia registrada en la zona.
Así quedó inundado el centro de la comunidad de Laguna Itá del distrito de San Juan de Ñeembucú, luego de la intensa lluvia registrada en la zona.

PILAR. Las precipitaciones persistentes dejaron intransitables numerosos tramos rurales en distintos distritos del departamento. Pobladores denuncian abandono, falta de planificación y responsabilizan a obras inconclusas y a canales de arroceras por las inundaciones.

Las continuas lluvias volvieron a desnudar el pésimo estado de los caminos rurales en Ñeembucú, donde varias comunidades quedaron prácticamente aisladas.

En zonas como Laguna Itá, Otazú y Ciervo Blanco, en el distrito de San Juan de Ñeembucú, el tránsito es casi imposible: solo pueden circular tractores, a caballo o, en el peor de los casos, a pie, según relatan los pobladores.

La situación genera serias dificultades para el traslado de personas, el acceso a servicios básicos y la salida de la producción local.

A través de redes sociales, vecinos difundieron videos y fotografías que muestran caminos anegados, barros y accesos cortados tras cada lluvia.

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El diputado Diosnel Aguilera (PLRA), oriundo de la zona, expresó su preocupación por la falta de una política pública sostenida para resolver el problema.

“No existe un plan estratégico para los caminos rurales de Ñeembucú. Se hacen soluciones parche que solo benefician a amigos del gobierno a través de licitaciones, mientras las obras quedan inconclusas o mal ejecutadas”, denunció.

El legislador citó como ejemplo los puentes de Canoa Jeká Kue y de Otazú, sobre el arroyo Estero Cambá, que según afirmó, fueron construidos de manera deficiente y nunca concluidos.

“Hace tiempo debieron terminarse y hasta hoy los pobladores sufren cada vez que llueve, quedando aislados. Es una irresponsabilidad contratar empresas incompetentes”, sostuvo.

Aguilera también apuntó contra empresas arroceras instaladas en el departamento, a las que responsabilizó por la apertura de canales y la obstrucción de cauces naturales.

“Con la venia del gobierno, estas empresas están destruyendo el medio ambiente. Desvían o taponan cauces hídricos, lo que provoca inundaciones que antes no ocurrían o se escurrían rápidamente. Hoy el agua queda estancada”, afirmó.

En la misma línea, Angélica Chaparro, pobladora de Alberdi cuyo establecimiento ganadero se encuentra en Villa Franca, denunció que su propiedad quedó bajo agua a causa del taponamiento de cauces naturales. Anunció que presentará una denuncia formal ante el Ministerio del Ambiente.

Qué dice el MOPC

Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el jefe del Distrito 12, ingeniero Pedro Cantero, señaló que se trabaja de manera coordinada con la Gobernación de Ñeembucú, aunque admitió que las lluvias constantes dificultan las tareas de mejoramiento y mantenimiento de las vías.

Mientras tanto, las comunidades rurales siguen padeciendo el aislamiento y reclaman soluciones estructurales y urgentes para un problema que se repite año tras año.