“Aportó” y su madre no fue a Buen Pastor

El exfiscal Carlos Arregui afirma que semanas después de renunciar a la Fiscalía le consultaron sobre un ofrecimiento de Jarvis Pavão al Gobierno: comprar equipos de escuchas y dar datos sobre secuestradores a cambio de que su madre no vaya presa.

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“Pavão quería que su mamá (procesada por lavado de dinero) pudiera guardar reclusión domiciliaria o cumplir su pena domiciliariamente y no ir al Buen Pastor” y, a cambio, habría ofrecido el dinero para la compra de equipo de escuchas para el Gobierno y dar datos sobre los secuestradores de Arlan Fick, en ese momento en manos del EPP, indicó Arregui.

El exfiscal incluso dio nombres; la propuesta y negociación la habría liderado el entonces ministro del Interior, Francisco De Vargas, quien sondeó al fiscal adjunto antidrogas, Marco Alcaraz, y al juez penal de Garantías Óscar Delgado, que tenía la causa por presunto lavado de dinero contra Nair Chimenes, madre de Pavão, para que esta fuera beneficiada con “medidas menos gravosas” que la prisión.

“Me habían preguntado de una operación que querían hacer, que era fruto de la desesperación del Gobierno y que el propio Francisco de Vargas estaba gestionando una medida menos gravosa para la mamá del señor Pavão, que estaba procesada por lavado de dinero. Esa causa inicialmente se encontraba en la fiscalía de Alcaraz, que es el fiscal adjunto antidrogas, y me había consultado en ese sentido”, afirmó Arregui.

Continuó relatando en ABC Cardinal: “Después me dijeron que se había hablado con el juez de Garantías Óscar Delgado, que tenía la causa de la mamá de Pavão. Lo que Pavão buscaba era que su mamá no vaya a la cárcel y a cambio de eso él iba a colaborar con el Gobierno en el equipo de escucha, que de su propio pecunio iba a poner eso y también iba a aportar con la información que iba a ser relevante para que las fuerzas militares puedan llegar a los secuestradores”.

Lo llamativo es que, efectivamente, en noviembre de 2015, Nair Chimenes, luego de varios años prófuga, “se puso a disposición de la justicia” y fue internada en un hospital capitalino. Pese a pasar años en rebeldía, el juez Óscar Delgado le otorgó la prisión domiciliaria.

Arregui finalmente reiteró que lo grave aquí es que un equipo de escuchas ilegal estaría con paradero desconocido y en usufructo por gente del Gobierno.

 

 

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