Según el informe del BCP este fuerte descenso de la previsión económica se debe por el desempeño negativo del sector primario y por las moderaciones de los sectores secundarios y terciarios. Si bien la banca matriz ya había anunciado que bajaría el pronóstico, se estimaba que estaría en alrededor del 3,5% similar a lo proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Otras consultoras privadas como la Fundación Desarrollo en Democracia (Dende) proyecta un crecimiento del 3% debido al fuerte impacto del sector primario en los resultados.
El Banco Central prevé que el sector primario paraguayo experimentará un decrecimiento del 1,8 %, motivado por un regular resultado de la campaña agrícola (soja) como consecuencia de los factores climatológicos. En cuanto al sector secundario, el documento vaticina un crecimiento del 2,6 % para este curso, aunque con un ritmo menor de expansión, debido a las revisiones a la baja de la industria de la manufactura. En cuanto al sector servicios, la entidad monetaria también rebajó su expansión hasta el 4,5 % desde un 5%, como resultado de las tensiones macroeconómicas que atraviesa Argentina y de los problemas geopolíticos en Brasil, dos de los socios comerciales de Paraguay.
El banco prevé que la economía argentina se contraiga en el primer semestre de 2019 por las políticas restrictivas para reducir los desequilibrios, mientras que se espera un retorno en el segundo semestre por la recuperación del ingreso disponible real y al repunte de la producción agrícola. En lo que respecta al sector de las construcciones hay una perspectiva de mejora por una mayor actividad esperada desde el Gobierno como plan para la reactivación económica. La proyección es de un crecimiento del 5% frente al 0,5% estimado en la primera revisión a fin de 2018. El Gobierno anunció que impulsará la economía desde las obras públicas por lo que prevé una inyección de US$ 600 millones.
