La precaria situación en la que vive este abuelito se evidenció luego de que visitáramos a inicios del mes de agosto su humilde rancho de madera, en la comunidad de María Auxiliadora, distante 120 kilómetros del casco urbano de Fuerte Olimpo, hacia el interior del Chaco.
La humilde casita de Don Andrés no cuenta con pisos, y los enormes huecos existentes en sus paredes de madera hacen que se sienta con todo el calor y ni qué decir el frío, no posee energía eléctrica, y su precaria cocina está ubicada a la intemperie, teniendo que soportar todo tipo de condiciones climáticas.
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Tampoco cuenta con sistema de agua potable, por lo que cada vez que necesita utilizar el vital líquido, debe caminar unos 2 kilómetros ida y vuelta, para traer el agua desde un tajamar cercano, en pequeños bidones improvisados, que no son otra cosa que recipientes que anteriormente contenían aceite vegetal.
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El abuelito vive solo y su única compañía son unos perros que por su aspecto físico se puede notar la necesidad por la que atraviesan. Como la vivienda se localiza a unos 1.000 metros de la población, don Andrés tampoco tiene vecinos cercanos, por lo que la soledad es su mayor compañía.
Algunos pocos vecinos solidarios lograban pasarle algún tipo de ayuda para sobrevivir, ya que desde inicios del 2019 dejó de percibir el beneficio de la tercera edad porque su cédula de identidad estaba vencida.
El anciano -a pesar de realizar en varias ocasiones los trámites para renovar su documento- no pudo lograrlo debido a que desde el departamento de Identificaciones alegaban que otra persona también poseía el mismo número de cédula de identidad de don Andrés.
Cuando comenzamos a denunciar esta injusticia, por el tiempo que llevaba sin poder acceder a su documento, y mucho menos al cobro del subsidio estatal, por fin funcionarios de Identificaciones llegaron hasta esta lejana población chaqueña, y entregaron a Don Andrés su nueva cédula de identidad, con la cual desde la municipalidad ayudaron al anciano para realizar los trámites en busca de reintegrarse al beneficio de la tercera edad.
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Esto pudo concretarse finalmente este miércoles, después de que una funcionaria de la Dirección de Correo le entregue de manera personal su nueva tarjeta del Ministerio de Hacienda, lo que permitirá que por fin y después de más de tres largos años, don Andrés Grance pueda volver a percibir este monto que le ayudará a sobrevivir.
El intendente Moisés Recalde se encargó personalmente de llevar a esta funcionaria hasta la localidad de María Auxiliadora, donde vive el abuelito; una vez entregada esta tarjeta, ahora se debe enviar a la capital del país los documentos firmados por don Grance para que finalmente el banco de plaza habilite para su cobro que será a partir de este fin de mes.
