El mayor porcentaje de los productos agrícolas que se consumen en el Alto Paraguay proviene de otras regiones del país, de allí la enorme importancia de esta feria donde se ofertan productos elaborados y trabajados en el distrito, además de ser toda una gran novedad, ya que casi nunca se realiza este tipo de eventos. Representa una gran oportunidad de ingresos económicos para varias familias.
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La feria se realiza en la plaza central de esta comunidad y se puede observar a varios productores ofertando el fruto de su trabajo, entre los cuales los más preferidos por las personas son las verduras, como las lechugas, tomates y locotes, que se acabaron a las pocas horas.
Las mujeres artesanas de las poblaciones de los ishir también aprovechan el momento para exponer a la venta sus variados productos artesanales, elaborados en base a las hojas del karanday (palmas).
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Se puede encontrar además la venta de gallinas caseras, carne de cerdo, productos agrícolas como la mandioca y el zapallo, y por supuesto tampoco puede estar ausente la riquísima miel de abeja del pantanal. Numerosas mujeres emprendedoras también se suman a la actividad, con la venta de productos comestibles.
Aislamiento
Sor Blanca Ruiz Díaz, coordinadora del ambicioso proyecto, dijo que “esta actividad laboral con los productores se inició durante la pandemia del covid 19, atendiendo a que el aislamiento de las personas evitó que se pueda conseguir otros trabajos. A partir de entonces, decidimos trabajar de forma unida entre los grupos de productores y hoy comenzamos a exponer los productos”.
El largo proceso de unión de estas personas logró unir a 8 asociaciones de productores o emprendedores en una nucleación y presentar a la Municipalidad un proyecto de convenio, firmado recientemente para lograr el apoyo tanto para las capacitaciones como para la realización de este tipo de ferias productivas.
La coordinadora indicó que inicialmente la idea fue exponer los productos de forma semanal para ayudar a que las familias tengan un ingreso económico adicional y también para que los pobladores puedan valorar y apoyar la producción local, pero con la experiencia, la intención es seguir con el proyecto”, dijo finalmente la coordinadora.
ÑU APUA
Entre los productores encontramos también a los representantes de la escuela Monseñor Alejo Ovelar, de la zona de Ñu Apua, distante a unos 90 kilómetros del casco urbano de esta población. A dicha institución, que funciona casi en pleno monte chaqueño, asisten en su gran mayoría alumnos, hijos de peones de estancias e indígenas del departamento.
El puesto más visitado por los compradores, sin dudas, fue el de estos alumnos, debido a la gran variedad de productos agrícolas y hortícolas que ofertaban. Al respecto, Samuel Fretes, encargado del grupo, dijo que con esto se demuestra lo buena que es la tierra del Chaco, a pesar del esfuerzo que se tiene que realizar.
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“Los productos que producimos son de preferencia para autoconsumo, para los más de 130 alumnos y docentes de la institución. El excedente lo destinamos a la venta, y es lo que estamos ofertando en la feria”, refirió el profesional.
Los precios con que se ofertaban estos productos eran del agrado de las personas, atendiendo a que por lo general se suelen pagar precios elevados por este tipo de rubros cuando llegan a la comunidad desde regiones distantes, como la misma capital del país o del primer departamento de Concepción.
La apertura de esta feria de productos se inició con la bendición de los diferentes puestos de ventas a cargo del cura párroco Mac Donald Filis, luego se realizó un pequeño acto cultural en presencia de autoridades municipales, donde se resaltó la importancia de este tipo de actividades laborales. Los organizadores informaron que los stands seguirán hasta que se vendan la mayor cantidad de productos que están a consideración de los compradores.
