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Numerosos devotos de la Virgen María Auxiliadora, protectora espiritual de la comunidad de Fuerte Olimpo, participaron en la tarde de este viernes de la tradicional procesión de la sagrada imagen por las principales calles de la población. Luego asistieron de la misa central en honor de la patrona celebrada en la Catedral erigida en honor de la advocación mariana en la cima de uno de los cerros menores.
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El obispo del Vicariato Apostólico del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, durante la homilía de la misa central en honor de la protectora de Fuerte Olimpo no se guardó nada a la hora de reclamar a las autoridades nacionales mayor asistencia para los pobladores de las lejanas comunidades del departamento de Alto Paraguay.
Instó que aquellas personas que ocupan cargos públicos que les fueron confiados por el pueblo mediante votos que honren la palabra empeñada con las promesas electorales de que la población “va a estar menor”. Pidió que esa promesa se haga una realidad para los pobladores del Alto Paraguay y todos los paraguayos.
“El eslogan: Vamos a estar mejor” debe encarnarse en todos los paraguayos, sin distinción de banderías políticas y no solamente para algunos o para los socios kuete (entorno). Esto no agrada a Dios y mucho menos al pueblo que eligió y confió en sus autoridades electas, expresó.
Ya es tiempo de ver resultados, nuestra gente ya quiere ver los cambios, en más trabajo y desarrollo de nuestros pueblos, en nuestra realidad. Esto significa hacer creíble lo que nos comprometimos como personas públicas, los pobladores necesitan creer en sus autoridades, señaló el religioso.
De forma urgente se necesita fuentes de trabajo para los hijos de este departamento. Además es de suma preocupación la inseguridad reinante en la zona, donde la violencia campea en las comunidades y el abigeato sigue causando estragos entre los productores de la región, enfatizó el prelado.
Caminos de todo tiempo y subestación de la ANDE
“Experimentamos mucha impotencia debido a los aislamientos que solemos sufrir, debido a la falta de caminos de todo tiempo. El 80 % de las entradas y ramales de nuestros distritos del departamento no cuentan con este bien público, de camino asfaltado; esto hace que debamos recordarles a nuestras autoridades nacionales que esta parte del Chaco también pertenece al Paraguay, por lo que se debe tener la moral histórica de dotar a la región de caminos de todo tiempo”, añadió.
El Alto Paraguay no quiere ser más el último furgón del país, donde solo lleguen los restos o migajas de las inversiones públicas a nivel de la salud, educación, seguridad y justicia, expresó el obispo.
Necesitamos de forma urgente la construcción de una subestación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) en el departamento, la primera en toda la región. Solo así las familias podrán tener un mejor servicio y no solo pérdidas económicas con la quema de sus electrodomésticos debido a la mala calidad del sistema de suministro de energía, mencionó.
Mejoras en servicios de salud pública
El religioso manifestó además que existe esperanza de que el departamento cuente con un hospital regional acorde a los tiempos actuales. En ese sentido, expresó su deseo de que el edificio próximo a ser inaugurado en Fuerte Olimpo pueda contar con equipamiento necesario y sean contratados médicos especialistas para brindar seguridad y confianza a los pacientes a fin de reducir las permanentes evacuaciones de enfermos. Todo esto pedimos se pueda cumplir en el nuevo local y que no quede como un simple elefante blanco, acotó monseñor Escobar.
El religioso se refirió a las autoridades que imparten justicia en la zona del Alto Paraguay. Dijo que se necesita con urgencia una justicia rápida, efectiva y barata y, en este sentido, pidió a los jueces, fiscales y defensores públicos cuidar del más débil y que sus reclamos sean escuchados y no pisoteados.
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Abogó por la unidad de autoridades locales
Por último, Mons. Gabriel Escobar pidió a las autoridades de la zona que trabajen de forma unida, ya que “es la única manera de poder luchar por el bien común de nuestro pueblo”. “Nos falta mucho aún para mejorar la calidad de vida de las familias de la zona, no podemos descansar, y esto lo lograremos solo si estamos unidos, separados nada podremos hacer”, sostuvo el obispo.
Devoción
Expresiones de mucha devoción se pudo notar entre los fieles durante la procesión y la misa central. Numerosas personas llegaron desde diferentes departamentos del país y comunidades alejadas del Alto Paraguay para participar de las actividades religiosas, aprovechando las buenas condiciones de los caminos en la zona.