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El privilegiado Cañete cuenta con un horario que va de 6 de la mañana a 12 del mediodía, mientras que la mayoría de sus compañeros se ven obligados a quedarse hasta las 15:30. Estos aducen que desconocen quién fue el responsable de asignarle esas horas, y su condición de político colorado sería la única razón por la cual cobra además 9.800.000 guaraníes de salario.
Santi López inició las críticas diciendo: “Esta clase de personajes existen en todos los entes públicos. Su trabajo es justamente el de juntar a los compañeros en cualquier lugar donde hagan falta personas a favor del gobierno”. Adela Maíz Montanaro continuó con el repudio preguntando: “¿Cuáles son las exigencias para obtener un trabajo en Petropar? ¿Qué se exige para este cargo o función? ¿Está en condiciones físicas y mentales para trabajar en ello?”.
Juan Novak atacó principalmente la figura del hurrero: “¿Tanto cuesta entender que esas ayudas de ellos no salen de sus bolsillos sino del de todos los paraguayos?”. Fabián Olmedo Ramos manifestó que “desde el punto de vista ético, es inaceptable la existencia de una ‘Coordinadora de Funcionarios de un Partido Político' en una institución pública”.
Cynthia Ysabel Benítez señaló de manera irónica: “El hurrero es la nueva profesión en el mercado, y es muy bien pagada. Tiene poca carga horaria, y no se miden capacidad ni idoneidad”. Antonio Valentín concluyó: “¿Y estos son los que pretenden eternizarse mediante la reelección de Horacio Cartes? Dan asco”.
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