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Con esto se busca garantizar la educación de los menores bajo ciertas comodidades básicas, en medio de todas la carencias que se tienen a causa de la crecida y el desplazamiento que sufrieron numerosas familias de ciudades que rodean a José Falcón.
Esto teniendo en cuenta que en menos de un mes inician las clases en las instituciones educativas de todo el país.
En total son tres las aulas de emergencia que se están acondicionando. Cada una de ellas tiene capacidad para 50 estudiantes. Así, unos 150 niños podrán dar clases en estas carpas, semejantes a las que se utilizan en tiendas de campaña, según describió la periodista de ABC Cardinal, Mili Aguayo.
Las carpas-aula estarán ubicadas en el predio del Colegio Nacional José Falcón. Como son unos 900 niños damnificados los que se encuentran albergados en la ciudad, también se utilizarán las aulas de la institución, de manera a dar abasto e impartir clases a todos.
El Ministerio de Educación y Cultura será el encargado de designar a los docentes que dictarán las clases.
Según mencionó la intendenta Delia Ramírez, lo que más necesitan ahora estas aulas de emergencia son ventiladores para paliar el intenso calor al que se siente en el territorio. “Con la gobernación departamental estamos viendo la posibilidad de conseguir estos ventiladores, ya que el calor dificultará el aprendizaje de las criaturas”, señaló la jefa comunal.
Los niños de cuatro albergues que se encuentran en Falcón asistirán a dar clases a estas aulas móviles. Recordemos que, según las propias expresiones de la intendenta, Falcón es en estos momentos una “ciudad albergue”, pues, si bien no están sufriendo el avance de la crecida, desde el principio de la problemática refugiaron en su territorio a familias desplazadas provenientes de las ciudades de Nanawa y de Chaco`i.
“Los niños de José Falcón afortunadamente podrán estudiar en sus instituciones habituales. Estas aulas de emergencia son específicamente para los afectados por las inundaciones de las ciudades vecinas”, puntualizó Delia Ramírez.