Más de 150 días encadenado

Franz Hiebert relató que durante al menos 150 días permaneció encadenado a un árbol, sentado en un tronco o acostado en una hamaca. “Pudo haber muerto (…) Lo único que hacía todo el día era orar y llorar”, contó el senador Arnoldo Wiens.

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En total, Franz Hiebert estuvo secuestrado 168 días, incluidas las últimas dos o tres semanas de caminata para su liberación. En casi todo ese tiempo, estuvo con una cadena de cuatro metros en el brazo derecho y encadenado a un árbol. Podía sentarse en un tronco o acostarse en una hamaca; incluso debía hacer sus necesidades fisiológicas en el mismo lugar, relató el senador Arnoldo Wiens, traductor del menonita que fue liberado ayer. 

En todo el tiempo que el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) lo mantuvo secuestrado, no logró ver el rostro de ninguno de sus captores, puesto que estuvo con la cara tapada. “Me dijo que lo único que hacía todo el día era orar y llorar. Se pasaba todo el día orando a Dios para que se haga su voluntad”, lamentó el senador esta mañana en contacto con ABC Cardinal.

Hiebert presenta graves úlceras que incluso le llegan hasta los huesos. La larga caminata que realizó junto con Bernhard Blatz empeoró la gravedad de sus heridas en los pies. “Pudo haber muerto. No sé si su situación fue parecida a la de Abrahán Fehr, pero creo que eso motivó a que se deshagan de sus prisioneros, para que no se les compliquen las cosas y cumplan con su promesa de liberación”, manifestó Wiens.

Si bien ahora Hiebert se encuentra fuera de peligro, aún debe permanecer internado y en observación con tratamientos para recuperarse. Dependiendo del avance de las curaciones en los pies, se podría incluso realizar un injerto de piel para recuperar la zona dañada.

El hombre relató que se alimentaba de mandioca, arroz, fideo o algunas veces carne de tatu o se pasaban semanas comiendo ranas. “Lo que más le impactó fue el agua turbia que le hacían tomar, lo cual le causaba repulsión, le daba asco”, agregó.

Ambos secuestrados llegaron con severa desnutrición y deshidratación a raíz de la mala y escasa alimentación. El senador señaló que todavía no pudo conversar con Blatz para conocer cómo pasó él todo este tiempo, pues alrededor de solo dos semanas estuvo junto con Hiebert. 

“Deberíamos alterarnos al ver esa imagen del tronco, la cadena con candado por el brazo, atado a un árbol. Con deshidratación crónica y heridas abiertas (…) Estamos ante un grupo de criminales, asesinos e inhumanos de la peor calaña, que están preparados para hacer daño”, cuestionó.

En cuanto a todo el dinero que ya ha recaudado el EPP hasta la fecha, manifestó que gracias a ello ahora están con un poder económico y logístico que debería ser una advertencia. “No solo para los pobladores sino para las fuerzas de seguridad. Este grupo criminal inhumano goza de buena salud en materia de presupuesto y posibilidades para generar más zozobra”, afirmó.

Los colonos se encuentran ahora en etapa de cosecha de soja, por lo cual están muy preocupados y con temor a que ocurran más incidentes, asesinatos o secuestros. “Las FTC debería estar desplegando todas sus fuerzas para prevenir ataques y dar con los criminales”, dijo.

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