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Llegando a la ciudad de Ñemby sobre la ruta Acceso Sur el tráfico es terrible a causa de las carreras alocadas que organizan los motociclistas, muchos de ellos menores de edad, sin casco y en total estado etílico. Este panorama se repite cada sábado o víspera de feriado.
Los jóvenes realizan maniobras imprudentes, en más de una ocasión se reportó la caída de motociclistas o accidentes fatales, sin embargo esta práctica sigue en aumento porque los controles son solo "parches".
Para tratar de frenar el caos de los fines de semana frente al bar Raquelita o la discoteca Bora Bora, agentes policiales, de la Patrulla Caminera y de la Municipalidad de Ñemby salen a las calles a controlar a los conductores. Pero los controles son estériles, pues en el operativo de anoche, solo llevó a la comisaría jurisdiccional cuatro motocicletas, cuyos propietarios huyeron del sitio. Es decir, no quedó ninguna persona demorada o detenida por las imprudencias.
El oficial Fernando Yudise, de la comisaría jurisdiccional, manifestó que todos los fines de semana mediante intervenciones tratan de evitar el "amontonamiento de biciclos", pero que los jóvenes motociclistas al ver a los agentes optan por desviarse de la zona.
"Ya tuvimos muchos jóvenes que se cayeron de su motocicleta y los accidentes fatales son una constante allí, por eso tratamos de marcar presencia", dijo el agente policial.
Los agentes de la Patrulla Caminera realizaron también la prueba de alcotest a muchos conductores, cuyas faltas serán puestas a conocimiento del Ministerio Público. Resultó paradójico que los motociclistas que fueron requeridos para el control durante la noche fueron justamente todos los que portaban cascos y hasta chalecos reflectivos.