Santiago Peña, ministro de Hacienda, y Ramón Jiménez Gaona, de Obras Públicas, dieron este lunes una conferencia conjunta en Mburuvicha Róga para explicar por qué cancelaron la licitación para la reparación de la ruta Transchaco dentro de la modalidad “llave en mano”. En este formato, la empresa paga la reparación y luego la financia al Estado, que abona recién una vez terminado el trabajo. Hacienda rechazó la oferta de la empresa Mota Engil, la única ofertante, por el precio total: más de US$ 1.000 millones.
Ambos ministros comentaron que no dejarán de lado la reparación de la ruta Transchaco y que solo no aceptaron la propuesta de Mota porque el precio ofertado era muy elevado (más de US$ 1.000 con los intereses) y porque el Parlamento, en especial el Senado, no podía garantizar la emisión de bonos para pagar el trabajo. Ahora se verá cómo financiar la obra con procedimientos clásicos como la licitación tradicional.
Jiménez Gaona manifestó que la primera experiencia de la licitación fue buena porque ya se conoce el precio real de la obra, que es el que se oferta por parte de las empresas. “La herramienta (Ley 5.074, ‘llave en mano) no precisa reajuste alguno”, indicó el titular del MOPC. “Las mismas se van a terminar más rápido porque las empresas solo cobrarían una vez que esté completa (...) Conocemos el precio final de la obra antes de poner la primera piedra”, manifestó.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Santiago Peña, repitió el discurso oficial por varios minutos y dijo que el Estado cuida la responsabilidad fiscal y los gastos del Gobierno. Agregó que no hay problema alguno con el Ministerio de Obras Públicas. Se debe recordar que Hacienda fue el que declaró desierta la licitación.
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