Aproximadamente a las 23:00 de anoche llegó hasta el hotel San Roque, ubicado en el barrio homónimo de Ciudad del Este, un automóvil Toyota Premio color blanco, con una pareja a bordo. Ingresaron al local como dos huéspedes más, contó a la Policía el guardia Jorge Osmar Escurra (29).
Minutos después de las 23:00, la tranquilidad del hotel fue interrumpida con gritos provenientes de la habitación donde estaban los dos huéspedes mencionados, uno de ellos el suboficial Abraham Casco Leiva (26) y su acompañante, que hasta el momento no fue identificada.
La discusión siguió pero ya frente al mencionado hotel, hasta que aproximadamente a la 1:00 de este jueves, siete disparos de armas de fuego rompieron el silencio en el lugar. El guardia corrió a verificar y encontró a la mujer tendida en un charco de sangre; a lo lejos divisó al presunto autor, emprendiendo su carrera de huida.
El guardia avisó a la subcomisaría 2ª del barrio Fátima, cuyos agentes, con los datos del vehículo que llegó hasta el hotel, encontraron al sospechoso del homicidio. Para sorpresa de los mismos, se trataba de un camarada de ellos.
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Los policías se incautaron del rodado del suboficial, quien fue llevado a la Jefatura de Policía del Alto Paraná, donde quedó arrestado.
Casco Leiva prestaba sus servicios en la subcomisaría 3ª del barrio Santa Ana, de Ciudad del Este. La víctima es una mujer de aproximadamente 18 años, quien no tenía documentos al momento del hecho.
El cuerpo presentó seis impactos de balas calibre 7, 65 mm en el rostro y uno en la mano izquierda, según el informe policial. El caso quedó a cargo del fiscal Federico Torres.
Agentes de la comisaría 3ª de barrio Obrero, de Ciudad del Este, estuvieron con el suboficial de Policía, minutos antes del homicidio, según contó uno de los testigos a la Policía, informaron fuentes policiales al diario Vanguardia.
La mujer era una trabajadora del sexo que fue subida por Casco Leiva en las inmediaciones de la terminal de ómnibus de Ciudad del Este.
La discusión en el hotel se debió a que supuestamente la mujer intentó cobrar por adelantado al policía, lo que causó el enojo de éste.
Un guardia entonces avisó a la comisaría 3ª, cuyos efectivos llegaron al lugar y se encontraron con el camarada, a quien prefirieron calmarlo y no arrestarlo.
Una vez “calmado” el suboficial, los agentes de la comisaría 3ª del Este se retiraron. Luego sobrevino el homicidio.