Relaciones internacionales durante el gobierno de Cartes

El gobierno paraguayo tuvo que recomponer sus relaciones internacionales, luego de la destitución de Fernando Lugo. A continuación, los aciertos y desafíos de su primer año de gestión.

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En varias ocasiones, el ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga, había considerado la importancia de seguir posicionando al Paraguay a nivel internacional. Enmarcado en esa política, el presidente Horacio Cartes emprendió en las últimas semanas al menos cinco viajes: desde la reunión de presidentes de Unasur con el BRICS en Brasil, la cumbre de presidentes del Mercosur y una visita oficial a la República de China en Taiwán, prevista para octubre próximo. “Estos viajes son esenciales para seguir posicionando al Paraguay a nivel internacional”, expresó en su momento, el ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga.

Es que la destitución de Fernando Lugo de la presidencia había movido todas las piezas del escenario político… y, con ello, el desenvolvimiento de las relaciones más allá de las fronteras. La urgencia de la recomposición de relaciones era evidente; urgencia ya evidenciada en los discursos de Cartes, como candidato presidencial. “No quiero hablar con discursos acomodados, pero acá el gobierno actual tiene que hacer todo tipo de esfuerzo en recuperar las relaciones exteriores; son tibios, timoratos”, expresaba el entonces presidenciable. “El propio canciller José Félix Fernández Estigarribia estaba de acuerdo con Ushuaia II y hoy ya no está de acuerdo”, remarcaba.

Pero, ¿cómo han avanzado las relaciones internacionales del país, desde la asunción del presidente Cartes, en agosto de 2013?

“Hay esfuerzos, por supuesto, para volver a una relación fluida con los países en el área regional y también en el área internacional”, opina Fernando Masi, director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep). “Si bien se ha pensado que solamente los países del Mercosur habían hecho una política de castigo al hecho de que el gobierno de Lugo haya salido como salió, hay que entender que aquellos países, tanto de América Latina como Estados Unidos y Europa, si bien no sancionaron al Paraguay, no necesariamente mantuvieron relaciones fluidas, ni mucho menos, con el gobierno de (Federico) Franco. Por lo tanto, en definitiva, el Paraguay quedó aislado internacionalmente, de una manera u otra”.

El gobierno de Cartes supo entender, desde un primer momento, la prioridad de una gestión en política internacional y retomó las relaciones con el Mercosur, aunque con cierta lentitud, analiza el investigador. “Hizo un esfuerzo muy interesante para volver a entrar en relación con países del Mercosur y otros, como los del Lejano Oriente. Yo creo que tardó un poco cómo políticamente tenía que manejar la relación con el Mercosur”, expresa.

Al respecto, opina que Cartes le ha dado un mayor énfasis a las relaciones económicas internacionales y, como tal, a la atracción de inversiones al Paraguay. “No teniendo buenas relaciones con uno de los principales mercados, como es el Brasil, tenía que solucionar rápidamente el problema que se presentaba con el Mercosur, y ahí creo que tardó un poco… Se puso un poco más lento, pero recompuso rápidamente”, señala Masi.

El gobierno de Cartes decidió, así, darle importancia no solamente al Mercosur, sino también a otros países y bloques, como a la Alianza del Pacífico y a países europeos y los Estados Unidos. “Sobre todo para atraer las inversiones, porque al final uno puede decir: o me relaciono comercialmente más con el Mercosur o más con países más desarrollados”, expresa. “Si vos querés hacer ese tipo de estrategia, hay que tener en cuenta que lo que define esa relación es la oferta portable que tiene el Paraguay”. Esto quiere decir que, si el país exportará en grandes cantidades solamente soja y carne, probablemente esa no sea una estrategia buena. Lo ideal será atraer inversiones para industrializar el país y exportar productos industriales de calidad. “Mientras yo no aumente la oferta exportable industrial, de nada vale tener relaciones con diversos países o regiones del mundo”, sostiene.

En cuanto a la relación actual del Paraguay con el Mercosur, Masi manifiesta que es evidente que el bloque no vive su mejor momento. “No está pasando por un buen momento, en términos de profundizar la relación”.

Para Alberto Poletti, abogado especialista en derecho internacional y docente, es visible un avance aunque aún queden temas pendientes. “Paraguay privilegió siempre el tema de la negociación; tiene que seguir funcionando y, en algún momento, tiene que llegar a utilizar los mecanismo de solución”, opina.

“El diálogo me parece algo indispensable, muy positivo. A partir del 15 de agosto ya no existía ningún elemento para dudar de la legitimidad de las autoridades y creo que es efectivo; esa posición internacional tiene que ser respetada”, reflexiona.

En cuanto a los desafíos que aún se vislumbran, manifiesta que urge llenar las vacancias que todavía existen en las embajadas, en el servicio exterior y consulados. “Eso requiere un presupuesto que tiene que tener un acompañamiento por parte de los poderes políticos. Tienen que dar esos presupuestos y fondos para se puedan instalar a las personas, hacerlo rápidamente en el servicio exterior”.

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