Conrado Valenzuela, miembro de la Cámara de Vendedores de Materiales de Construcción (Cavemaco), indicó que desde la crecida del principal curso hídrico del país se vuelve cada vez más difícil conseguir arena. “Todas las areneras están bajo agua, salvo una que está en Ita Enramada y otras dos en San Antonio”, precisó el gremialista, en comunicación con ABC Color.
Sin embargo, la falta de demanda de este material aún hace que su precio se mantenga en unos G. 240.000 la camionada.
De acuerdo con Valenzuela, las obras impulsadas por el sector público están paralizadas por falta de recursos, mientras que las continuas lluvias hacen que las pequeñas y grandes obras del sector privado estén frenadas. “Nosotros le vendemos muchos materiales a las personas de los bañados, que tienen muchos habitantes y son personas que permanentemente están construyendo sus casitas. Con la crecida, todo eso murió”, lamentó.
En tanto, advirtió que, de mantenerse la crecida del río y reactivarse las obras públicas y privadas, podría sentirse la escasez y reajustarse los precios de la arena.
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“Itá Enramada y San Antonio no podrían paliar la demanda de los depositeros. Además, mientras desde más lejos buscamos la arena, el precio aumentado recae en el cliente”, subrayó el integrante de Cavemaco.
La crecida de los ríos Paraguay y Paraná actualmente afectan a más de 200.000 damnificados en todo el país. Las previsiones indican que el río Paraguay seguiría creciendo.