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Como sabe que cuenta con el respaldo de sus cuates cartistas y satélites, entonces se siente seguro. Pero le explotó “la bomba” en su carota.
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La secre, cuyo nombre saltó ayer, había sido que fue su abogada durante el juicio de pérdida de investidura. Es la misma que insultó de visitante a los senadores y ahora panchamente trabaja en el Congreso... sin horario gua’u.
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Pero ahí no termina la cosa. En diciembre pasado el pitufo le ubicó en el tribunal de conducta del PLRA para que dictamine contra cualquier pedido de expulsión.
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Se vienen dos convenciones partidarias bien calientes. Entre los azules se puede incluir en el orden del día la expulsión de los senadores Dionisio Amarilla, Hermelinda Alvarenga, Noelia Cabrera y Édgar López por seguir la “hoja de ruta cartista”.
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En la ANR con seguridad algún distraído va a plantear impulsar la reforma constitucional e incluir la reelección presidencial. Ergo: el retorno al poder del “Patrão”.
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Paralelamente se seguirá “descabezando” a potables candidatos opositores como Ricardo Estigarribia, Kattya, Efraín Alegre y otros.
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Y dentro del Partido Colorado seguirán “pisando cabezas” para eliminar cualquier competencia electoral real, a fin de allanar el camino. Es decir, una especie de Nicolás Maduro con fachada democrática.
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El “Patrão” está cada vez más desafiante. Primero montó una minicomisaría en la ANR, luego le “designó” a su brazo derecho Tadeo Rojas como “superministro” y ahora recluta a profesionales de blanco para hacer “asistencia gratuita”.
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Mientras tanto en Ciudad Gótica, Santi Pet hace videítos con discursos, seguramente asesorado por la charrúa, y ni siquiera tiene permiso para opinar sobre la destitución de Kattya González.
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Pero en breve soplará de vuelta el tan esperado Viento Norte porque el que sabemos ya se está pasando la raya nuevamente. Hoy llega un importante senador.
