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Las empresas amigas del presidente “Pinocho” se ríen del pueblo paraguayo. Simulaban gua’u una competencia legal en la licitación de la AFD, pero finalmente estaban bien hermanadas.

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Ni bien se sentó en el sillón del Palacio de López ya le echó ojo a las licitaciones millonarias, formó programas “estrella” y para ello fortaleció a sus cuates. Ahí está el resultado: todo para unos pocos y casi nada para la mayoría de la ciudadanía.

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A esto había sido le llamaban “vamos a estar mejor”. El electorado tontamente creía que iban a “reconstruir” más o menos el Paraguay después de una ñembo catástrofe. Pero fue engañado y lo peor es que se le advirtió lo que se venía.

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Esta operación está muy bien orquestada desde “el quincho” porque los diputados cartistas rechazaron de plano el jueves pasado en sesión extra dos proyectos de informes sobre empresas amigas de Peña.

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Mientras “Horror Colorado” pone todos sus esfuerzos para concretar licitaciones millonarias y respaldarlas políticamente, la ciudadanía sufre pésima atención en los hospitales públicos, mala calidad educativa, falencias en el plan “Hambre Cero”, falta de infraestructura vial, inseguridad, etc.

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La ministra de Salud, María Teresa Barán, fue bombardeada por las quejas y terminó huyendo de Ciudad del Este, luego de firmar un convenio con el IPS. “Ya no necesitamos parches ni curitas”, le dijeron a Barán, quien escuchaba nerviosamente.

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El “figureti” gobernador cartista de Alto Paraná, César Landy Torres, al lado de la ministra, intentaba gua´u acallar los reclamos. Obviamente nadie le hizo caso porque la ñembo “coordinación” de fachada que hacen no sirve para nada.

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Al gobierno cartista de “Pinocho” solo le interesa de Alto Paraná la Itaipú para eludir el control legal y de paso encontrar algún amigo que se presente para ganar una licitación como los pupitres “Hércules” chinos.

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La Justicia condenó a 24 años de prisión al suboficial de Policía Gustavo Florentín por ser el autor del asesinato del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana.

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Lo curioso es que el tribunal no pudo determinar con precisión si del arma utilizada por el policía se hizo el disparo. Todo parece indicar que sí, pero no se demostró ayer jurídicamente, con el relato de los jueces.

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Otra pregunta que sigue flotando en el ambiente y con fuerte olor a impunidad: ¿Quién dio la orden superior para atracar el PLRA y disparar? Florentín no tenía esa potestad. Los dedos acusadores apuntan al “extraño del pelo largo”.

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Hasta hay cruce de llamadas, pero una fiscala lo calificó de “morbo” y decidió enterrarlo bien profundo.

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Es más, el suboficial cumplía arresto en la Comandancia de la Policía ese 31 de marzo de 2017 y “algún manguruyú” le dio la orden para que se apreste (se ponga el uniforme y porte un arma) y se incorpore al pelotón de represión contra los ciudadanos paraguayos democráticos que protestaban en las calles contra el plan político de Horacio Cartes de perpetuarse en el poder.

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Ojo que los policías ya le dispararon en el rostro al diputado Édgar Acosta (PLRA) en horas de la tarde y en la madrugada del 1 de abril atracaron el PLRA y mataron a Quintana. Esos dos hechos no son casuales. Había mucho nerviosismo por la “enmienda mau”.

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“Pinocho” se niega a hablar de este tema tan grave para el país, que hiere profundamente nuestra democracia. ¿Por qué será? ¿Será que sabe algo más y no se anima a contar?

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