El aniversario es también una invitación a traer al presente acontecimientos relevantes que fueron noticia y que marcaron momentos significativos de nuestra historia.
Con ese espíritu, es también la intención de estas líneas recordar algunos hechos recientes que han ido siendo relegados por la misma dinámica de la sociedad.
Cómo no acordarnos entonces del “Firmatón”, simbolizado en esos voluminosos biblioratos con miles de firmas presentadas para avalar el intento de enmendar la Constitución para insertar la figura de la reelección presidencial.
El pequeño detalle es que ni bien se presentaron los biblioratos comenzaron a saltar las denuncias de personas cuyas identidades fueron usurpadas para presentarlas como supuestas firmantes del pedido.
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El hecho incluyó, ¿cuándo no?, la usurpación de las identidades de personas fallecidas, cuyos indignados familiares pidieron que al menos ahora dejen a sus muertos descansar en paz.
Como no podía ser de otra manera, nadie movió un dedo para al menos intentar algún castigo.
Recordamos también la firma del acta bilateral entreguista de Itaipú, que tras el escándalo y la amenaza de juicio político al presidente Abdo, fue anulada por los gobiernos de Brasil y Paraguay.
Fue una generosa concesión de un beneficioso recurso utilizado desde hace tiempo por la ANDE a cambio de nunca sabremos qué, la que quedó en la oscuridad más allá de algunas pirotécnicas destituciones.
El escándalo se desdobló también con la aparición de “Joselo”, un pintoresco y precoz abogado que se presentó como representante del vicepresidente, en la negociación para la venta de energía eléctrica paraguaya a una empresa brasileña.
Recordamos también a tres paraguayos desaparecidos en manos de grupos criminales, que siguen operando desde hace varios gobiernos y presidentes.
Hace más de 8 años tomaron como rehén al suboficial Edelio Morínigo, hace casi 6 se llevaron consigo a don Félix Urbieta, y vamos camino a que se cumplan 2 años de que secuestraran también al exvicepresidente Óscar Denis.
Los tres fueron víctimas de grupos criminales con siglas teñidas de sangre, que van dejando a su paso decenas de secuestrados, muertos y heridos en el país.
Recordamos también obras bochornosas y costosas para el estado paraguayo, como la pasarela de Ñandutí o el fallido proyecto Metrobús.
Nos viene también a la memoria la impunidad del asesinato de Lorenzo Silva, ese joven indígena de 29 años, quien fue asesinado durmiendo en una parada de colectivos en el microcentro de Asunción el 16 de diciembre de 2019.
Recordamos a la pequeña “Yuyu”, desaparecida hace más de dos años en Emboscada, y el actual caso del pequeño “Peño”, a quien vieron por última vez el 24 de junio.
Es un recuento parcial e imperfecto que no estaría completo sin la pregunta sobre ¿dónde está Dalia López?, la influyente empresaria bien relacionada con los principales políticos, responsable de haberle gestionado la cédula a nuestro compatriota mau Ronaldinho Gaúcho.
Una lista absolutamente incompleta que sirve apenas como disparador para invitarlo a agregar hechos y nombres a esta lista.
Porque recordar es mantener viva la conciencia colectiva.
Y ayudar a combatir la impunidad.