Corruptos unidos

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El senador Juan Carlos Galaverna (Calé), según los medios del grupo de comunicaciones que sirve al significativamente corrupto Horacio Cartes, realizará acciones tendientes a lograr la unidad entre los corruptos que tienen secuestrada a la Asociación Nacional Republicana (ANR, partido Colorado). Esto, luego de que el gobierno de Estados Unidos calificara al vicepresidente Hugo Velázquez como significativamente corrupto. Calé espera que Velázquez se una a Cartes en una coalición de averiados morales, seguramente para que con los recursos que aporten los colaboradores de organizaciones criminales transnacionales con vínculos con el terrorismo puedan impulsar candidaturas que les aseguren la continuidad de la impunidad con que vienen delinquiendo. Creo que no hay antecedentes en la historia política de nuestro Paraguay sobre un llamado así de desvergonzado, así de desfachatado, así de repulsivo.

Fuerza Republicana, el movimiento de la ANR que proponía a Velázquez como candidato a la presidencia de la República, se aglutinó formalmente para combatir la corrupción del cartismo, esa es su razón de existir y es una buena y poderosa razón para existir. No sé lo que harán los integrantes de Fuerza Republicana que son tentados por Calé a subir al Titanic de la corrupción, pero a mi modo de ver está claro que el Titanic ya chocó contra el iceberg, se hundirá irremediablemente, y que no es cuerdo, ni sano, ni lógico subirse a un barco que se hunde.

El gobierno de EE.UU. denunció ante el mundo que Horacio Cartes es un corrupto. Esto constituye una atenta nota a la justicia brasileña, pero también para personas que habían ayudado a Cartes a nivel mundial como el papa Francisco, el jefe de la oposición israelí Benjamín Netanyahu o el empresario chileno Andrónico Luksic. La gente decente no tiene interés por vincularse con gente como Cartes y, por tanto, los contactos de Cartes se verán cada vez más constreñidos a círculos de marginales con dinero hasta verse reducidos a un pequeño grupo de maleantes.

Nada hay que Cartes pueda hacer para revertir el curso de los acontecimientos y el intento que ya está haciendo para ralentizar el proceso le costará cada vez más dinero, hasta el punto de poner en riesgo su propia capacidad de acción. Es matemática pura y dura. No hay que ser premio Nobel para entender el proceso de descomposición del cartismo. Luego, Fuerza Republicana, que ve exactamente lo mismo que vemos todos, no tiene ningún incentivo estratégico para aceptar la deleznable e inmoral oferta de Calé.

Intentar encubrir la situación de Cartes con la bandera de la unidad del partido Colorado es, en verdad, un disparate. Los colorados que quieran salvar a su partido de la desaparición tienen que hacer lo contrario: Saltar del cartismo a Fuerza Republicana, pues esa es su única vía para evitar hundirse con el fatalmente resquebrajado Titanic.

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