Compromiso con la patria

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Se acerca vertiginosamente el 30 de abril y todos los ciudadanos habilitados para votar –en Itapúa estamos más de 395.000– tenemos el compromiso y la gran responsabilidad cívica de participar del acto eleccionario que se desarrollará ese día con espíritu crítico, sentido de compromiso con la patria, y sobre todo con inteligencia y buena memoria.

En el diccionario encontramos la definición de inteligencia como una facultad de la mente que nos permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarnos una idea de la realidad.

En ese proceso de formarnos una idea de la realidad juega un papel decisivo la memoria, un aspecto que los paraguayos solemos pasar por alto. Por lo general, nos caracterizamos por nuestra poca memoria colectiva. Eso explica que irredimibles corruptos se mantengan “per sécula” en nuestra política y no los desechemos al basurero de la historia.

A menudo cubrimos con un manto de olvido las mentiras, las falsas promesas, los hechos de corrupción y actos de traición al interés general, cometidos por políticos corruptos, oportunistas y demagogos, y como un fenómeno de masoquismo colectivo, no solamente no los castigamos, sino que los premiamos con la impunidad, y los mantenemos en sitiales de poder para que sigan medrando en detrimento del resto de la sociedad.

Las condiciones de precariedad en que vive la gente, en todos los ámbitos, desde una salud pública en estado calamitoso, la inseguridad rampante que mantiene al ciudadano engrillado al miedo y la desesperanza, la falta de oportunidades que empuja a miles de compatriotas a delinquir como estrategia de supervivencia, la corrupción como modelo y práctica de gestión de la cosa pública, no son resultado de la casualidad ni del destino al que estamos condenados.

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El 30 de abril tenemos una oportunidad de romper con ese círculo vicioso. Votemos a las personas que creemos tienen la capacidad, y sobre todo la intención genuina, honesta de trabajar por ese cambio que necesita el país.

Quien no te conozca que te compre, dice el refranero popular. Tengamos presente ese detalle a la hora de ejercer ese acto personalísimo de votar. No caigamos en la trampa de los oportunistas de quienes solamente podemos esperar más de lo mismo.

jaroa@abc.com.py