Terminar el año de la mejor manera, garantizar la entrega a tiempo de kits escolares para el próximo año y proyectar el próximo período lectivo, con la capacitación de los maestros considerada como prioritaria, fueron algunas de las líneas que desarrolló para estos primeros cien días de gestión.
También insistió en la idea de que la descentralización de recursos debe ser profundizada para que cada comunidad, con sus municipios y gobernaciones, vaya controlando la administración de los recursos públicos en lo que se refiere a recursos que se reciben del FONACIDE para mejorar la infraestructura de escuelas y colegios del país.
Tras su juramento, el nuevo secretario de Estado se reafirmó en la entrevista que mantuvimos en la 730AM, que trabajarán sobre dos prioridades fundamentales en el aula: desarrollar la comprensión lectora y estimular el pensamiento lógico matemático.
A modo de anticipo adelantaba la idea de que en todas las escuelas y colegios del país cada día debería comenzar con la lectura de un cuento y terminar con la redacción de un párrafo sobre algún tema específico.
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“Después de 280 días de clases vos tenés 280 cuentos y 280 párrafos que escribió un niño, es casi un libro” nos decía el nuevo ministro, hablando de algunas medidas concretas para estos primeros cien días de gestión.
Al día siguiente, en su primera jornada de actividad ya como presidente, fue Santiago Peña quien leyó cuentos con niños de la escuela República Federal de Alemania.
“Lo más importante para un niño es la educación, y quiero trabajar por la educación” declaraba Peña en su primera actividad oficial.
Esto simbolizó un cambio de enfoques, aseguraba la viceministra de Educación Escolar Básica, María Gloria Pereira, al destacar que en lugar de entregar regalos o dulces se apelaba a la lectura compartida como forma de recordar la fecha e iniciar la actividad.
El propio presidente ya había anunciado que se encargaría personalmente del área de Educación y el nuevo ministro de Hacienda, Carlos Fernández, anunció el viernes tras asumir el cargo, que está preparando el proyecto de presupuesto que debe ser presentado al Congreso, en el que el gobierno se compromete a priorizar las áreas de Educación y Salud.
Luis Fernando Ramírez recordó que en este momento del año el presupuesto está descalzado y que el desafío es también conseguir recursos que garanticen un 2024 sin tantas precariedades.
Es solo cuestión de mirar cómo ha cambiado el discurso que existió durante la campaña sobre el convenio con la Unión Europea para la financiación de la transformación educativa.
La misma Cancillería ha tomado el tema como una de las prioridades para reajustar el convenio sobre la base de una terminología diferente.
El nuevo gobierno prepara una contrapropuesta consciente de que todas las ayudas y cooperaciones son necesarias si de recursos para financiar la educación se trata.
Es que más allá de la retórica por momentos incendiaria que buscaba quedar bien con una parte del electorado, hay ahora una realidad de hierro, son 38 millones de dólares que pueden seguir ayudando a financiar la alimentación escolar, la compra de útiles y mejorar la infraestructura de las diferentes instituciones educativas.
Se acabaron los discursos y la pirotecnia. Es hora de administrar las realidades.
Llegó la hora de gobernar.