La propuesta incluye mejorar sustancialmente el sistema de transporte público, asfaltado de calles, un centro de convenciones, entre otros equipamientos que darían ese impulso que necesita la ciudad.
La bancada colorada en la Junta rechazó en general la propuesta por entender que el endeudamiento del municipio sería muy alto. Alrededor de los cien mil millones de guaraníes. Si ahora no podemos pagar una deuda de G. 30.000 millones, qué será si le aumentamos otros 100.000 millones, es el atendible razonamiento.
Para la Intendencia, sin embargo, la alternativa es apuntar al crecimiento, con los esfuerzos y sacrificios que ello implique.
Más allá de los argumentos de cada sector, subyace una cuestión de fondo que flota en el ambiente, y tiene que ver con la profunda desconfianza mutua entre ambos ámbitos del gobierno comunal.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Los concejales colorados ven con suspicacia la propuesta de adquirir unidades de transporte para ofrecer el servicio. Sospechan que el paquete viene con un “apyte so’o” (algo no confesado) que beneficiará a un sector ligado al intendente.
El hecho de que un llamado a licitación para el servicio de transporte urbano fue declarado desierto porque los inversores privados no vieron el negocio abona la idea. Se podría argumentar en favor del proyecto del intendente que el objetivo del municipio no es ganar dinero, sino ofrecer servicios, y que en materia de transporte la necesidad es innegable.
Del lado del Ejecutivo, por su parte, la lectura es que los concejales colorados están emperrados en hacer fracasar su gestión dentro de un plan por recuperar la hegemonía que les fue arrebatada en el 2015, y que “colaborar” desde la Junta para el éxito de su administración sería un suicidio político. El fracaso de esta gestión será la mejor propaganda para los dos o tres aspirantes colorados a ser el próximo intendente de Encarnación.
A la administración Yd le resulta cuesta arriba dar continuidad a su proyecto instalado en el 2015. Entretanto, la ciudad continúa en su laberinto, escenario mudo en las disputas de poder.