Sin embargo, a medida que las investigaciones periodísticias avanzaban, fue una verdadera “explosión” de casos. Los más notorios fueron el del hijo del presidente del Congreso al que llamaron “Tratito” y el de la hija del vicepresidente de la República, Pedro Alliana.
Luego vinieron otros que no requieren títulos universitarios para estar en los dichosos “cargos de confianza”, que mal acostumbró a los legisladores a colocar a cualquier persona que posiblemente deba favores políticos o simplemente quieren dar “el primer empleo” a sus hijos. La falta de argumentos que esgrimían en cada entrevista era tan notoria que generó todo tipo de burlas e indignación en la ciudadanía. A tal punto que varios de ellos se “atornillan” en sus cómodas oficinas con aire acondicionado en el denominado “platillo volador”.
Claro está, la situación no es solo una práctica de colorados, sino de liberales también. Pero de un tiempo a esta parte se suman los que no se sabe sin son más partidarios de la Asociación Nacional Republicana (ANR) o del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), pues pueden ser calificados como de un partido imaginario al que podemos llamar: “Liber-ado”.
La caradurez, tanto de varios diputados y senadores, y ni qué decir del propio vicepresidente Alliana, en negar el nepotismo, llega a un extremo y mueven los recuerdos de los viejos vicios de ubicar a la parentela en los cargos públicos sin discreción alguna. Varias instituciones del Estado, llámese Congreso o el propio Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) son tildados de contratar a operadores políticos en cada periodo.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
No es necesario suponer o referirse a “un secreto a voces”, sino solo basta con indagar un poco más el legajo y las recomendaciones de políticos que con el poder que tienen pueden ubicar a sus seguidores o quienes en campaña les fueron “fieles.”
La vieja práctica sigue firme en cada periodo de Gobierno.