Las basuras crecen más que el turismo en los cerros de Areguá

En Areguá se encuentran dos cerros formados por rocas peculiares que solo existen en tres lugares del mundo. Sin embargo, no es el turismo lo que crece en la zona, sino las basuras tiradas en el lugar. Las autoridades ignoran desde hace años el problema.

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En la ciudad de Areguá se ubican los cerros Kõi y Chororĩ, declarados monumentos naturales desde 1993, donde podemos encontrar las areniscas columnares, piedras raras que se formaron hace aproximadamente 40 millones de años. Según entendidos, estas rocas peculiares solo se pueden ver en tres partes del mundo: Paraguay, Canadá y Sudáfrica.

Hoy en día, los predios en los que se encuentran los cerros son utilizados como vertederos municipales y preocupan a toda la ciudad. Lo más peculiar de este caso es que ya son varias las denuncias realizadas por gente de la zona, pero aún no se adopta una solución.

Para la protección de ambos cerros, en 1993, se firmó laLey 179 que declara monumentos naturales los cerros Kõi y Chororĩ. En dicha norma legal se manifiesta que ambos patrimonios naturales deberían ser cuidados y conservados, ya que son de interés público; sin embargo, desde hace años, la gente de la zona y empresas privadas recolectoras de basuras han utilizado tales predios como vertederos clandestinos.

Hay indignación ciudadana porque son lugares turísticos e históricos que deberían ser protegidos, no solo por las autoridades, sino también por la gente de la zona. Los cerros, antiguamente, fueron explotados para la extracción de sus piedras que luego fueron utilizadas para la elaboración de rutas, pero eso no fue suficiente para algunas personas, ya que igual siguen destruyendo los monumentos naturales.

Es increíble cómo las autoridades no han encontrado una solución a este problema. No obstante, culpables hay muchos, desde los directivos comunales, que ignoran las denuncias, hasta los vecinos del lugar que utilizan los cerros como vertederos.

La naturaleza es un regalo que todos debemos cuidar y proteger, ya que algunos recursos no son renovables. Por eso, tenemos que ser más conscientes y no destruir lo que nos rodea. Asimismo, como ciudadanos es nuestra responsabilidad exigir que se cumplan las leyes ambientales, que son muy importantes para la conservación de nuestro entorno.

Por Joaquín Tandé ( 18 años)

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