A Ultranza: a un año del despliegue contra el grupo de Marset y el clan Insfrán

Hace un año se ponía en marcha el operativo denominado “A Ultranza Py”, por el Ministerio Público y la Senad, con la cooperación de sus pares internacionales, para desarticular la red narco supuestamente liderada por el uruguayo prófugo Sebastián Enrique Marset Cabrera y el paraguayo Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, detenido días atrás en Brasil.

Uno de los primeros sitios allanados fue una estancia en 25 de Diciembre, en San Pedro, donde fue detenido Conrado Insfrán.
Uno de los primeros sitios allanados fue una estancia en 25 de Diciembre, en San Pedro, donde fue detenido Conrado Insfrán.Gentileza

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El 22 de febrero del 2022, alrededor de las 9:00, trascendió la ejecución de lo que se denominó el operativo “A Ultranza Py”, por parte del Ministerio Público, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que contaron con el apoyo de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), la Europol y la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID) de Uruguay.

En la primera jornada se llevaron a cabo varios allanamientos en el distrito de 25 de Diciembre del departamentos de San Pedro, así como en las ciudades de Mariano Roque Alonso, Itauguá, Luque y otras del departamento Central, así como en el distrito de Santísima Trinidad de la capital del país.

Primeramente fue detenido Conrado Ramón Insfrán Villar, en San Pedro; Job Von Zastrow Masi, quien cayó en Luque; Luis Fernando Sebriano González, también detenido en Luque; los hermanos Alberto y Fátima Irene Koube Ayala, detenidos en Santísima Trinidad en la empresa “Grupo Tapyracuai SA”, María Noelia Colmán Alarcón, pareja de Alberto y detenida en Asunción, mientras que Liz Fabiola Taboada fue apresada en Itauguá.

Todos estos operativos fueron dirigidos por los fiscales de la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico, Deny Yoon Pak - director de la causa A Ultranza -, Fabiola Molas, Isaac Ferreria, Elva Cáceres, Osmar Segovia, Lourdes Bobadilla, Marco Amarilla y Lorena Ledesma.

La investigación relacionada a una mega red de narcotráfico de la cual está señalado como líder el uruguayo prófugo Sebastián Enrique Marset Cabrera y en territorio paraguayo, Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, detenido en Brasil el jueves 9 de febrero, inició en 2019, tras varias incautaciones de cargamentos de cocaína en Europa.

Hasta el momento son 50 los procesados, de los cuales solo 24 están detenidos, entre ellos Miguel Ángel Insfrán y el resto son sospechosos de haber colaborado en el esquema de lavado de dinero. Los demás, se encuentran prófugos, Sebastián Marset entre ellos. En cuanto a los bienes incautados, el valor asciende a unos US$ 240 millones.

Insfrán y su clan familiar

En territorio paraguayo está señalado como líder Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, quien fue detenido en horas de la tarde del 9 de febrero de este año, en el lujoso barrio Recreio dos Bandeirantes, situado al oeste de la ciudad de Río de Janeiro, por agentes de la Policía Civil brasileña.

Tío Rico se instaló en territorio brasileño y comenzó a operar como principal proveedor de cocaína para la organización criminal “Comando Vermelho” (CV), con la finalidad de dominar posteriormente el mercado de la droga a nivel país.

El Ministerio Público de Paraguay actualmente se encuentra en pleno trámite para complementar el proceso de extradición de Insfrán, para así someterlo a un proceso penal.

El mismo es considerado como cabeza del clan Insfrán que también integran sus hermanos el pastor prófugo José Alberto, Yolanda Ignacia y Carolina Insfrán Galeano, así como su otro hermano detenido ya Conrado Ramón Insfrán Villar. Todos estos habrían colaborado para facilitar el lavado de las ganancias obtenidas con el tráfico de sustancias.

Miguel Ángel Insfrán colaboró, según la investigación, en la logística de movilización de la sustancia así como para el acopio a través de las distintas empresas, dedicadas a distintos rubros entre ellos la metalúrgica y el transporte terrestre y aéreo, que constituyó con sus propios hermanos.

Marset, el más buscado

Por otra parte, está el uruguayo Sebastián Marset, quien en la pesquisa del Ministerio Público es considerado como el líder por encima de Miguel Ángel Insfrán y encargado de negociar tanto la adquisición de la cocaína con organizaciones criminales de los países productores y su venta a grupos delictivos de Europa y África.

El mismo cayó ya detenido en el año 2013 en el marco de la operación “Halcón”, en la cual fueron incautadas 173 kilos de marihuana y 335 gramos de cocaína. En 2018 recuperó su libertad. Precisamente el 15 de mayo de ese año se registró su ingreso al Paraguay y el 27 de mayo su salida, con su documento de identidad original.

El 24 de agosto de 2019, Marset ingresó nuevamente a Paraguay, pero esta vez bajo la identidad de Gabriel de Souza Baumer, de nacionalidad boliviana. Luego el 18 de octubre de 2019, se registró su último ingreso a nuestro territorio a través del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.

Desde ese entonces se instaló con su esposa Gianina García Troche y sus dos hijos menores de edad, con sus identidades uruguayas.

En el tiempo que estuvo por Paraguay, Sebastián Marset formó un perfil de empresario de espectáculos e incluso incursionó en el fútbol local, llegando a jugar en el Deportivo Capiatá, donde siempre según la investigación fiscal, llegó a pagar la suma de US$ 10.000 para usar el dorsal número “10″.

Simbiosis Marset-Insfrán

Desde el 2020 Miguel Ángel Insfrán y Sebastián Marset unieron fuerzas, para introducir cargas de cocaína a territorio paraguayo desde Bolivia, para su posterior remisión al extranjero, según la Fiscalía. Para esta actividad, Insfrán utilizó la infraestructura de sus empresas.

De esta forma, aeronaves con matrículas bolivianas descendían en una pista clandestina de la Reserva Natural Cabrera-Timané, del departamento de Alto Paraguay. Las cargas se bajaban y alzaban luego a aviones con matrículas paraguayas, para su traslado hasta el departamento de Presidente Hayes, de acuerdo a los datos manejados por los investigadores.

Una vez en Presidente Hayes, la cocaína era acopiada para su posterior movilización vía terrestre hasta las zonas de San Pedro y Central, para su posterior traslado hasta Villeta, donde eran el alijo era cargado a bolsas Big Bag, para ser cargadas a contenedores a ser enviados a través de los puertos hasta Europa., según el Ministerio Público.

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