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La jueza penal de garantías de Caacupé Blanca Báez resolvió, por AI N° 252, elevar a juicio oral la causa caratulada “Alcides Dejesús Villasboba Peralta y Junior Michael Peralta Díaz s/ hecho punible c/ la vida - homicidio doloso; c/ la seguridad de la convivencia de las personas - asociación criminal - en San Bernardino”, tras realizar la audiencia preliminar, el pasado 21 de marzo.
En esta causa, el fiscal Lorenzo Lezcano acusó Alcides Villasboa, alias Ropero, por la supuesta comisión de los hechos punibles de homicidio doloso en calidad de instigador, y por asociación criminal en calidad de coautor, mientras que Junior Peralta fue acusado por homicidio en calidad de cómplice y asociación criminal como coautor.
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El homicidio ocurrió el 30 de enero de 2022 en el anfiteatro “José Asunción Flores” de San Bernardino, durante el evento “Ja’umina Fest”, cuando se registró la muerte de Marcos Ignacio Rojas Mora y también, de la influencer Cristina Isabel Aranda de Torres, más conocida como Vita Aranda por parte de una persona que aún no fue identificada.
En tal sentido se acusa a Villasboa de haber ordenado la muerte de Marcos Rojas, quien acusó varios proyectiles disparados por el sicario que también acabó con la vida de Vita Aranda y, en forma colateral, hirió a Marcelo Eladio Monteggia Díaz, requerido por Bolivia, José Luis Bogado Quevedo, condenado y requerido por el Brasil, y otras tres personas más.
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Ropero ordenó crimen y policía vigiló al lado de Ryguasu
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público, el objetivo de aquél ataque en San Bernardino era Marcos Rojas, quien era parte presuntamente de la organización criminal brasileña Primer Comando da Capital (PCC) dedicado del tráfico y acopio de sustancias ilícitas y armas de fuego. Rojas por su parte, dentro de la estructura, tenía a su cargo recibir y redistribuir la droga en zona del departamento Central, Asunción y Pedro Juan Caballero.
En ese sentido, en noviembre de 2021, Marcos Rojas había entregado a Alcides Villasboa 18 kilos de marihuana de origen peruano con valor de US$ 3.600 el kilo, con un plazo de 20 días para el pago. Sin embargo, luego de vencido este plazo y otros más a los que arribaron Rojas y Peralta, el primero recurrió al cuadro de disciplina de la organización para intentar lograr el cobro.
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Dicha acción habría motivado el enojo de Alcides Villasboa por lo que decidió ordenar la muerte de Marcos Rojas.
En tanto que Junior Peralta Díaz, dentro de las filas de la Policía, brindaba apoyo logístico a la organización criminal como también a personas que eran consideradas como narcotraficantes y operaban especialmente en zona de Amambay.
Así también, se pudo pudo confirmar mediante pericias que el día del suceso Junior Peralta se encontraba dentro del anfiteatro José Asunción Flores, en un box acompañado por Ederson Salinas Benítez, alias Ryguasu, y que esa ubicación privilegiada Box le permitía vigilar los movimientos de Marcos Rojas, igualmente en su calidad agente policial tuvo facilidad de ingresar en el perdió de anfiteatro portando armas de fuego, según la Fiscalía.