Los policías detenidos ayer de mañana e imputados a la tarde son Josefina Inocencia González de Moreno (51), con el grado de suboficial superior; Blanca Teresa Mendoza Rojas (51), Daniel Cabrera Piris (43) y Liz Isabel Cáceres Martínez (41), con el grado de suboficial mayor; Kerling Eleana López Pereira (38) y Lourdes María Ortiz Jara (38), con el grado de suboficial inspector.
También figuran Gustavo Adolfo Rodríguez Arévalos (31) y Jorge Matías Santacruz Brítez (26), con el grado de suboficial primero; Gloria Beatriz Aca Peña (31) y Héctor Javier Pico Merlo (28), con el grado de suboficial ayudante, y Luz Marina González Ledesma (47), funcionaria civil.
Los hechos punibles atribuidos a ellos son producción inmediata de documentos públicos de contenido falso, uso de documentos públicos de contenido falso, cohecho pasivo agravado (coima) y asociación criminal.
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Tuvieron que denunciar
Los 11 uniformados fueron detenidos en sus respectivas unidades por policías del Departamento Contra el Crimen Organizado Nacional y Transnacional (DCCONT).
Las órdenes de detención fueron firmadas por los fiscales de Crimen Organizado Pamela Pérez Trinidad, Carlos Alejandro Cardozo Pereira y Luis Amado Said Frágueda, quienes integran el equipo de trabajo que se conformó para esta investigación que se inició en enero de 2024, cuando todos los ahora imputados trabajaban en el Departamento de Identificaciones.
Aunque inicialmente la propia Policía Nacional intentó esconder el escándalo, al final tuvieron que hacer la denuncia a través del que en ese momento era el jefe de Identificaciones, comisario principal Christian Javier Ramírez Aguilera, recientemente ascendido al cargo de director de Producción de Información.
Chino, ruso, pakistaníes y taiwaneses
Según los datos, los suboficiales y la funcionaria ahora imputados participaron directamente en el proceso de expedición de al menos 10 cédulas de identidad para extranjeros a los que hicieron figurar como paraguayos naturalizados, pese a que algunos ni siquiera habían ingresado aún a nuestro país.
La sospecha es que estos extranjeros compraron documentos paraguayos, en algunos de los casos aparentemente para eludir las órdenes de captura internacional que soportan.
Uno de los beneficiados fue Yulín Lin, de China, quien también fue imputado ayer por producción inmediata de documentos públicos de contenido falso y soborno agravado, aunque permanece prófugo desde que empezó la investigación.
Otro favorecido fue Mikhail Lobanov, de Rusia, quien está preso desde el 16 de octubre último luego de que policías de Interpol lo encontraron en un hotel de Asunción.
Este está imputado por los mismos hechos por los que se procesa al chino.
Los otros ocho extranjeros que obtuvieron cédulas paraguayas, pero que no pudieron retirar los documentos porque se descubrió el esquema, son a Shahrukh Sikanda y Shamail Sikander, de Pakistán; Yanyi Li, Haonan Zhu, Lianshe Gao, Lin Fei, Duc Nam Pho y Huang Peng, de Taiwán.
Los dos pakistaníes y seis taiwaneses ni siquiera registran ingreso legal al Paraguay, lo que quiere decir que mandaron a comprar sus cédulas “a distancia”.
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Que se investigue también a los comisarios
Los familiares de los policías detenidos ayer reclamaron que la investigación incluya también a los comisarios que probablemente consentían el esquema corrupto.
Asimismo, dijeron que los usuarios informáticos de algunos de los policías presos fueron utilizados por otras personas para hacer las maniobras irregulares.
El jefe de Crimen Organizado de la Policía, comisario principal Luis López, dijo ayer que ahora van a tratar de determinar otros datos, como cuánto pagaban los extranjeros por las cédulas paraguayas y quiénes más participaron en la expedición de estos documentos.
Demoras excesivas
Este escándalo de venta de cédulas a extranjeros había motivado una extensa intervención en el Departamento de Identificaciones.
La citada unidad policial, cuya oficina central queda en la avenida Boggiani de Asunción, ya atravesó por varios otros momentos complicados, como por ejemplo cuando los usuarios paraguayos y extranjeros denuncian demoras excesivas en la atención y luego en la entrega de los documentos como cédula y pasaporte.
