En 2001, Miguel Ángel Servín Palacios, conocido como Miguel Celular, cayó detenido en el departamento de Lavalleja, en Uruguay. Con él cayó Gustavo Alavarenga Cardozo, alias Comandante, considerado como administrador de Jarvis Chimenes Pavão. Ambos, además de Ronald Osvaldo Caballero Cantero, fueron condenados por SD N° 132/2019 por el Estado uruguayo.
Ese hecho permitió sustentar más la teoría de los investigadores, de que Miguel Servín no se dedicó entre 2004 y 2007 a la venta de teléfonos celulares, sino a la venta de estupefacientes, lo que le habría permitido en 2010 montar una sociedad con su entonces esposa Liz Katherine Lailla Villalba, denominada “Lizmi SA”, integrando un capital de G. 2.000 millones.
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En 2017, mediante la operación “Cielo Abierto - Segunda Fase”, se incautaron aeronaves en un hangar privado de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay. Al menos dos de ellas, estaban estrechamente vinculadas a Miguel “Celular” Servín.
Ante las sospechas relacionadas al funcionamiento de una estructura criminal en el territorio paraguayo, la Unidad de Investigación Sensible (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Seand), como el de la Policía Antinarcóticos, iniciaron investigaciones, consistentes en las escuchas de llamadas telefónicas autorizadas judicialmente.
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Operaciones iniciadas en relación a Miguel Celular
En 2019, la Dirección de Investigaciones Sensitivas (SIU) de la Senad, abrió los casos denominados “Texas” y “Belia”, mientras que en 2020, la Unidad de Investigación Sensible (SIU) de la Policía Antinarcóticos inició el caso denominado “Swiffer”, por las sospechas de la existencia de un grupo criminal dedicado a la comercialización de cocaína proveniente de Bolivia, y su envío al exterior.
Si bien las tres investigaciones tuvieron su punto de partida la actividad del narcotráfico, posteriormente difirieron en cuanto al enfoque.
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Es así que, el 25 de junio de 2020, en el Puerto de Amberes, en Bélgica, la policía encontró cinco contenedores cargados con bolsas de carbón vegetal y estas a su vez, contaminadas con cocaína. En total se incautaron 3.406 kilos de la sustancias ilícita. Este hecho dio origen al caso “Swiffer”.
A su vez, mediante la operación Swiffer se pudo determinar y obtener datos sobre otro cargamento similar y, entre el 19 y 21 de octubre se verificaron contenedores en el Puerto Terport de Villeta, encontrándose 2.906 kilos de cocaína entre carbón vegetal que debían ir hasta Bélgica y de ahí, a Isarel y Portugal, como destinos finales.
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La operación Swiffer, fue realizada por la SIU-Antinarcóticos de la Policía Nacional y derivó en la detención del Cristian César Turrini Ayala y su posterior condena a 20 años; así como en la condena a 22 años a Miguel “Celular” Servín y otras tres personas más.
En cuanto al caso “Belia”, que inició en 2019, primero se centró en la actividad del narcotráfico de Miguel Celular, pero luego se centró en las ganancias obtenidas de la comercialización de las sustancias ilícitas, se generó un esquema de lavado de activos que funcionaba principalmente en la Ciudad de Asunción y Pedro Juan Caballero. Este caso, se complementó con los datos del caso “Texas”, iniciado por la Senad entre mayo de 2019 y agosto de 2020.
