Diputada Johanna Ortega propone principios éticos y políticos para conformar lista de candidatos

Este artículo tiene 2 años de antigüedad
Diputada Johanna Ortega.
Diputada Johanna Ortega.ARCENIO ACUÑA

Tras el caldeado debate que se dio ayer en Cámara de Diputados con respecto al juramento o no del electo senador Rafael Esquivel, alias “Mbururú”, una de los que defendieron más fuertemente la postura de no dejarlo jurar fue la diputada Johanna Ortega, quien planteó que los partidos tengan principios éticos y políticos a la hora de conformar sus listas.

La diputada Johanna Ortega indicó que es necesario reforzar los tribunales de conducta de los partidos para que personas con antecedentes o con procesos en curso ya no puedan candidatarse para las elecciones. Esto se da luego de que el miércoles discutiera al respecto, en el pleno de la Cámara Baja, con la diputada payista Patricia Zena, quien pide que “Mbururú” jure como senador.

“Yo hacía una apelación a esa Cámara que tan ‘próvida’ y ‘profamilia’ se manifiesta, porque el silencio era demasiado excesivo respecto a Mbururú; incluso los colegas estaban con carteles que decían ‘que jure Mbururú' y nadie decía nada. Este tema tiene que ser debatido y abordado por la Cámara (de Diputados)”, especificó la parlamentaria.

Agregó que ella habla de una cuestión de principios porque, a su criterio, se minimiza la imputación por abuso sexual en una menor de edad por parte de Rafael Esquivel.

“Se estaba tratando entre risas y carcajadas. No creo que la política sea para hacer chistes”, sentenció.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Ortega plantea reforzar los tribunales de conducta de los partidos

La parlamentaria planteó que los partidos políticos deben contar con “filtros” con respecto a sus candidatos a cargos electivos con causas pendientes con la Justicia.

“Estaría bueno que la Justicia Electoral pueda comenzar a analizar esos filtros, qué otros tipos de cuestiones podemos introducir”, indicó.

Finalmente, manifestó que se podría impulsar que los partidos políticos cuenten con un tribunal de conducta que sea revisor de este tipo de situaciones.