El Crononauta nos lleva en La Máquina del Tiempo a conocer las animadas tertulias del lugar de reunión por antonomasia de una variopinta fauna en la Viena de las décadas de 1920 y 1930: el extinto Café Louvre.
El verano está en marcha. Las tardes parecen estar comprometidas para la gente que va a merendar y pasarla bien, entre amigos y en familia. Restós, heladerías y cafés se llenan al caer el sol, con ganas de ir a charlar y darle protagonismo al reencuentro en la estación estival. No todo es compartir sol y reposeras. Visitar lugares nuevos y degustar cócteles y snacks es otra de las actividades más solicitadas en el verano 2016.
«El café, desde su aparición en el mundo moderno, fue política y poesía, y política poética, y poesía política; fue soledad y compañía, y compañía de solitarios, y soledad acompañada. Y punto de partida de conjuras revolucionarias, teorías filosóficas, movimientos literarios y otros mil asaltos al cielo», escribe nuestro siempre original Julián Sorel, gran frecuentador de cafés en el Viejo y el Nuevo Mundo.
Los elegantes cafés, heladerías y bares en la ciudad de Asunción no han defraudado en estos días veraniegos. Hay varias ofertas, ya todo vale en la capital para disfrutar de la vida con los amigos y la familia.